Por VIRAL ALZADA
La derecha que tristemente nos gobierna, hace unos días atrás cumplió 100 días de trabajo y como se tienen fe anunciaron que ellos sí van hacer el hospital de Hospicio, así que debemos sentirnos afortunados (100% irónica ando).
Nuestro ekeko intendente de Tarapacá, se viene con más fortuna que nunca para los del Glorioso y el Tamarugal prometiendo que Chile lo hacemos todos (siempre y cuando no hables y hagas nada, mejor si no respiras).
El ekeko, que es una más de las apropiaciones culturales que tenemos de nuestro vecino Bolivia, este personaje refleja la abundancia que todos buscamos en la vida, vestido con terno y corbata (el nuestro tiene corbata roja) y cargando un sinfín de cosas en sus hombros donde destacan la comida, el copete y la plata por supuesto. Pero ojo, el ekeko por sí solo no da fortuna, te lo tienen que regalar, debes hacer que fume su cigarrito de vez en cuando… Todo para llegar a esa anhelada suerte y fortuna.
El ekeko intendente llegó desde los usuarios de la Zofri, los que viven de cargaba mercadería que va a Bolivia (algunas por pasos no habilitados por que no hay un control de destino de la mercaderia, pero como le gusta regalar, nos dio un Plan Frontera Segura que lo que busca es amedrentar a las poblaciones migrantes (pero don ekeko recuerde que esta región es migrante desde sus inicios)
El ekeko también se preocupa de los más necesitados, porque son los que más fe le tienen, por eso nuestro ekeko no dudó ni un segundo de cargar en sus hombros el Plan Noche Digna, donde se bañó de pueblo y quedó pasado a pasta cuando se junto a unos volados que les repartió bolsa con un kit de invierno… Ja, ja, ja… Era tan chica la bolsa, que con suerte habrá tenido unos calcetines de quina y la bolsa con más logos que chachu, costo mil, ja, ja, ja… Ekeko ¿qué paso ahí? seguro fue idea de algún genio, de esos que se llaman asesores.
Pero tu ekeko piensas en todo… Incluso para que nos sentamos seguros se te ocurrió poner un teléfono por si vemos alguien en la calle (supongo que en situación de calle), llamar y que lo saquen. Eso don ekeko es segregación social… El necesario sentirnos afortunados con el ekeko, que nos puso otro personaje de brazos cortos o será mejor que adoremos al gato chino que nos mueve la manito.
Así que si usted compró un ekeko, busque la boleta para ver si lo cambian porque por mas cigarros les pongamos este salió defectuoso.