Tras las declaraciones de Evelyn Matthei, justificando el golpe de 1973 bajo el argumento de una «guerra civil» en Chile, surgen debates históricos que desmienten esta narrativa. Documentos desclasificados revelan que el golpe fue planificado mucho antes de la llegada de Salvador Allende al poder.
El Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile no fue algo improvisado ni una reacción a una supuesta «guerra civil». Documentos desclasificados de Estados Unidos dejan claro que el plan para derrocar a Salvador Allende comenzó incluso antes de que asumiera la presidencia en 1970. Desde el gobierno de Richard Nixon, la CIA y otros organismos estadounidenses se movieron para desestabilizar el país, financiando campañas de propaganda y apoyando a sectores opositores.
¿Por qué tanto interés? Nixon y su equipo veían el triunfo de Allende como una amenaza para sus intereses en la región, temiendo que Chile se convirtiera en una «segunda Cuba». Pero aquí viene lo interesante: nunca se comprobó que hubiera soldados cubanos en Chile, aunque esa acusación fue usada para justificar el golpe. Sí, había crisis política y económica, pero eso no era lo mismo que una guerra civil, como algunos han querido argumentar para defender la intervención militar.
Y luego está el famoso «Plan Z». Este supuesto plan de la Unidad Popular para asesinar a líderes opositores y militares fue difundido tras el golpe como una gran revelación. Sin embargo, historiadores y analistas han desmentido su existencia, señalando que fue pura propaganda para justificar la toma del poder por las Fuerzas Armadas.
En resumen, el Golpe de Estado de 1973 fue una conspiración que involucró tanto actores internacionales como locales, con el objetivo de frenar el avance del socialismo en Chile. Los documentos desclasificados no solo evidencian la intervención de Estados Unidos, sino que también desmontan los argumentos que intentan justificar el golpe como una respuesta a una crisis interna. La historia sigue revelando las verdaderas motivaciones detrás de este oscuro capítulo de América Latina.
Y si todavía hay dudas sobre la supuesta «guerra civil», pueden revisar los archivos desclasificados en el enlace del National Security Archive. Esta organización, basada en la Universidad George Washington, en Washington D.C., es independiente, sin fines de lucro y, para que quede claro, no recibe financiamiento del comunismo internacional.