NELSON MONDACA I.
El pueblo se pronunció a favor de la opción del Rechazo. Lo hizo en forma abrumadora y categórica. Nadie puede poner una sombra de dudas sobre este mayoritario triunfo. Una amplia e increíble victoria de un 62% contra un 38% del Apruebo.
Nobleza obliga. La tristeza de los Apruebos era de una larga noche friolenta, de lágrimas de dolor y de crudo invierno. Mientras, la alegría de los Rechazos se prolongaba hasta el amanecer con champagne; al unísono se alzan por doquier las sonrisas del vencedor. En este sentido, entonces, dejaré que los escritores, historiadores, los poetas, periodistas, intelectuales y los políticos, describan los resultados y sus consecuencias como mejor les parezca a cada cual. De manera, que sus trabajos queden en la memoria histórica de nuestro país.
Por mi parte, también sufro la desgracia de la frustración de la derrota. Sin embargo, mi esperanza está intacta. El pueblo seguirá luchando por un destino esplendoroso. Lo percibo y lo siento en cada amanecer de mis actividades sociales.
Se hace imprescindible detenerse por unos instantes para pensar en algunos puntos del revés sufrido este 4 de Septiembre, por ejemplo: 1) Falta de unidad política en la coalición del Gobierno. Muchas autoridades se restaron. 2) Ausencia de un Consejo Nacional Mixto del Apruebo, integrado por nombres de peso nacional. Este organismo se tenía que replicar en todas las Regiones del país.
¿Les parece que hay algo de razón en estos planteamientos?
3) No se desplego un trabajo de masas y las organizaciones sociales quedaron huérfanas y a merced de del poder de los medios de comunicación que controla la derecha. 4) Mal diseño de difusión y comprensión del Texto Constitucional sometido al Plebiscito. A cada mentira un volante que explicará la verdad y/o un díptico que saliera al paso de los “”fake news” de la propuesta Constitucional.
Tres puntos más, que rematan la derrota del Apruebo.
5) Autocrítica. Desde la posesión del actual Gobierno, ameritaba que éste asumiera un rol del Estado decisivo y con toda la urgencia posible, las necesidades de seguridad ciudadana. Faltó un plan de emergencia y de shock contra la delincuencia. 6) Los profesionales de la propaganda negra en contra del Apruebo hicieron su ”pega”. Alimentaron los miedos hasta convencernos que todos los inmigrantes eran criminales y fortalecieron el nacionalismo furibundo; desde el mismo tiempo del fracasado Plan Frontera Norte Segura del gobierno de Sebastián Piñera y los traspasaron como una responsabilidad atribuible al actual gobierno del Presidente Boric. 7) Guinda para la torta. La fuga de capitales del país, que agudizaron la inflación y la estabilidad del valor dólar. En pocas palabras, crearon un ambiente propicio para frenar la productividad y golpear en general los hogares de los chilenos. Por ejemplo, cuando aún Mario Marcel era presidente del Banco Central, en los últimos 24 meses, se habían retirado unos US$ 50 mil millones. Todo se confabula para el alza del IPC y sus respectivas consecuencias para los sectores económicos más vulnerable. La amargura y la mayor pobreza, le pasarían la cuenta al Presidente Boric con el voto obligatorio. No digamos nada de los rebotes del guerra de Rusia con Ucrania.
Esto último, todo muy bien planificado. De seguro, deben haber otros factores que se me escapan, pero se pueden agregar y sumar. Además, no creo estar muy lejos de las razones que fundamentan la derrota del “A” y el triunfo del “R”. Los puntos brevemente expresados dan sentido vital a una derrota histórica no deseada.
Para continuar. También, mientras escribía la presente columna, hoy puedo comprender mejor algo que no me cuadraba de los Plebiscitos en democracia. El primero, denominado de Entrada, era con el Voto Voluntario y segundo, llamado de Salida, era con el Voto Obligatorio. Dos cucharadas y a la papa.
Los resultados, a mi juicio, del Plebiscito de Entrada tienen una trascendencia que nadie imagina. Pues, hasta el día de hoy tiene revuelto el gallinero de los políticos en el parlamento. En este referéndum ciudadano se consultó ¿Quiere usted una nueva Constitución? Apruebo ganó con el 78,28% y el Rechazo perdió con el 21,72%. Más claro, que echarle agua. La segunda consulta ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución?. Los resultados son arrolladores con un 79% por Convención Constituyente contra la Convención Mixta, (políticos y ciudadanos) obtuvo un 21%, cerrando cifras.
A pesar de ser con Voto Voluntario la participación en este acto electoral ha sido una de las más altas, desde el regreso a la democracia con 7.569.000, es decir, del orden de 51%. Anotemos. Estas elecciones se hicieron cuando todavía estábamos viviendo en medio del virus Covid-19. ¡Terrible! A pesar de la maldita Pandemia, la gente tuvo la valentía de concurrir a las urnas y manifestar su voluntad. Para culminar, los problemas que se presentaron de transporte público que impidió a una parte de la población Votar. Entonces, estos resultados cobran mayor valor a estas alturas. Una última idea cala hondo en mente ¿Cuál sería el resultado final si este Voto hubiera sido Obligatorio?
Ahora, demos un vistazo al Voto Obligatorio. De inmediato me surge una duda muy natural ¿Cuál sería el resultado de la participación ciudadana si éste Voto hubiera sido Voluntario? Nunca sabremos la verdad de ésta interrogante. ¿Porqué razones el Parlamento no fijó las mismas reglas para definir la marcha del país? La sabiduría del pueblo se expresa en que hay que comparar manzanas con manzanas y no peras con manzanas. Punto.
Finalmente. Tanto la izquierda como la derecha, no se sientan dueños de los resultados. Es el pueblo que les pide humildad. La arrogancia destruye y alimenta los odios y las pasiones nos enloquecen . Chile necesita una nueva Constitución y ésta responsabilidad mandatada no es del Parlamento. Por otro lado, es cierto, el Presidente Boric, recogió el guante e hizo cambios a su Gabinete Ministerial, pero éstos no pueden hacerse a beneplácito de algunos políticos de la derecha y de su propia coalición.
Tampoco el triunfo del Rechazo implica realizar una nueva Constitución hecha por grupos de expertos constitucionalistas y de méritos profesionales o de las élites académicas. Lo que no resta es contar con ellos para mejorar la redacción en Derecho. Sin cambiar los contenidos y principios que la mayoría del pueblo quiere como Carta Magna. Termino sosteniendo, que más allá de las buenas intenciones, hay un sector de la oligarquía capitalista que quiere mantener sus privilegios y aplicar la teoría del “gatopardismo”; en otras palabras “ cambiar todo para que nada cambie”. Esto sería el mayor error de nuestra clase política…
Nelson C. Mondaca Ijalba