NELSON MONDACA I.
Mientras me trasladaba a una importante reunión en el Centro de Convenciones de Zofri, en el día de ayer, conduciendo mi camioneta, escuchaba por la radio diversas opiniones acerca de la Fiesta de la Tirana.
Con razón o sin razón, algunos auditores que llamaban al programa, dejaban en claro que realizar esta festividad religiosa católica, bajo las condiciones sanitarias por la que estamos atravesando en el país y en la región, constituía un serio peligro para la salud de las personas. Buenas opiniones y respetados puntos de vistas. Pero por sobre todo, se instala el miedo del contagio, avalado por los agentes patógenos del corona virus-19 y del recrudecimiento del virus sincicial e influencia AH3N2,
Continuando, una vez en la reunión citada por el nuevo Seremi del Trabajo, funcionario de larga trayectoria en el servicio público, Jaime Vicencio. En el desarrollo del encuentro, haciendo uso de la palabra una de mis colegas dirigente, hizo hincapié certeramente en los horarios de termino de la jornada del Centro Comercial, señalando la necesidad de cubrir con mayor seguridad policial el sector, donde tanto trabajadores/as y clientes han sido víctimas de la delincuencia.
Recuerdo que hace pocos añas atrás existía una garita de Carabineros, un contendor de 20 pies, adaptado para la función policial, en la entrada de calle Las Cabras, Por donde está el semáforo, que se ubica en la intercepción de las avenidas, Desiderio García con Arturo Prat. Fue atacado por una turba de antisociales, lo destrozaron y quemaron. Desde entonces, ya no existe y perdimos los ciudadanos.
Nuestra realidad es tan distinta a la que teníamos hace una década atrás. La delincuencia violenta y armada, el crimen organizado, el narcotráfico feroz y que erosiona la sociedad, hace que las democracias sean más inestables. Las fronteras son más vulnerables y los pasos inhabilitados son las rutas por donde se multiplican las lacras de nuestra ciudad.
A lo anterior agreguemos como otro fundamento que altera los caminos de la paz social, facilitando los campos destructores de nuestra civilización, ellos son: La pobreza y la pobreza extrema. Nuestros gobernantes de vuelta a la democracia, no la ocultaron y tomaron serias medidas para reducirla con políticas económicas de crecimiento del empleo y de focalización de políticas sociales hacia los sectores más vulnerables.
En resumidas cuentas, estamos frente a un escenario más cercano a un apocalipsis, a una supervivencia primitiva, estamos viviendo dentro de un agujero negro, desagradable y el fastidio de las grandes mayorías en contra de sus gobernantes. Parece que nos nuestra sobrevivencia conlleva un fin violento y catastrófico.
La sensación de peligro real no es imaginaria, Aquí nace y está presente la enfermedad configurada como “agorafobia” que simplemente significa “temor obsesivo ante los espacios abiertos”. El miedo es mayor cuando debemos hacer lo que hacíamos en forma normal. Nos somete a un aislamiento del colectivo humano, de asumir tareas y las responsabilidades inherentes al desarrollo y bienestar humano.
Los robos de menor y mayor cuantía, los famosos portonazos violentos y robos de vehículos con encerronas, proliferan a cada hora. Se suman asesinatos con la facilidad y rapidez de cada amanecer, entonces, el temor de ser asaltado, el miedo a vivir momentos de vida o muerte, se reproducen en todo orden de cosas, no excluyendo el laboral.
El reino del miedo se traslada al interior de cada persona y de cada hogar. Se tiene miedo de salir a la calle, a trasladarse para el lugar de trabajo, mandar a los hijos/as al colegio o bien salir a un acto cívico, dar un paseo, etc. No, no esto es muy demasiado grave. Vemos a una persona de rasgos peculiares, en forma instintiva pensamos que son ilegales y delincuentes. Se repiten los ejemplos en las poblaciones, barrios y calles principales de nuestra ciudad.
Exactamente ocurre lo mismo con la política, en relación al Apruebo y/o Rechazo de la nueva Constitución para Chile. Cuando ciertos personajes de la ultra derecha, saliendo de sus madrigueras, hablan de la reaparición de un golpe de estado por las FF.AA. Que todos los males del país se deben a la nueva generación de la izquierda en la Moneda que encabeza Gabriel Boric.
Bien, tal como lo he sostenido en otras oportunidades, en lo personal recomiendo leer y releer el borrador definitivo de la nueva Constitución elaborada por el pleno de la Convención. Ellos/as, elegidos democráticamente por el pueblo llevaron a cabo su misión. A la vez, en esta instancia y órgano de máxima representación política fueron los encargados/as de elaborar el mencionado Documento, que será sometido al escrutinio popular el próximo 4 de Septiembre.
La campaña del miedo sin límites sigue su marcha inexorable. Vivimos constantemente en medio de una intensa estrategia comunicacional que riegan las raíces del miedo. Aprovechándose de cualquiera situación.
Salen a luz pública psuedas encuestas a favor de mantener la actual Constitución, donde el rol del Estado se coloca a favor las estructuras de poder político y económicos del Centralismo. Donde los ricos son más ricos mientras que los pobres, son más pobres. Vamos, hay que mover el tablero a favor del pueblo y de las regiones. Es la gran oportunidad histórica, también, nuestra gran obligación para con nuestras generaciones presentes y futuras.