El presidente de la Junta de Vecinos del barrio Coliseo, Rubén Pérez, quedó con arraigo nacional luego de ser detenido, junto a otros vecinos, tras participar en una manifestación en la intersección de Thompson con Juan Martínez. La protesta se llevó a cabo en respuesta a los recientes hechos de violencia en el sector, donde en las últimas horas se registraron dos balaceras.
Los vecinos denuncian la falta de seguridad en la zona, agravada por el aumento de la delincuencia y la venta de drogas en el área de la antigua feria Coliseo. Como medida de protesta, el martes un grupo de habitantes quemó varios neumáticos en la calle. Tras la manifestación, fueron detenidos y formalizados por desórdenes públicos e incendio.
«Pasé veintisiete horas detenido junto a tres vecinos más, pasando frío, hambre y en calabozos en pésimas condiciones, solo por exigir que las autoridades traigan seguridad a los barrios. Ahora, nosotros somos los malos», señaló Pérez tras quedar en libertad.
El dirigente relató que, una vez que la prensa se retiró del lugar, Carabineros procedió a la detención de los manifestantes.
«Después comenzaron a reducir a cada uno de los vecinos que estuvimos ahí. A uno lo sacaron de su negocio, de detrás de la vitrina, lo esposaron frente a su hija y lo sacaron violentamente, como si fuera un delincuente», afirmó Pérez.
Además, acusó a un oficial de la Primera Comisaría de malos tratos y de intentar quitarle su teléfono celular.
«No creo que corresponda que una autoridad amedrente a un dirigente que solo lucha por seguridad. No pedimos nada más que protección para nuestros hijos, para los niños del barrio, de los colegios, para los adultos mayores. Llevamos más de veinte años esperando una solución», concluyó Pérez.