febrero 16, 2025
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Sep

En modo Netflix: El espía israelí que se convirtió en uno de los hombres más influyentes de Siria

Hace un año, agentes del servicio secreto israelí, el Mosad, encontraron en Siria un reloj de pulsera; un reloj que antaño adornó la muñeca de uno de los espías más legendarios de este prestigioso cuerpo, Eli Cohen.

Es la última noticia que se tiene del hombre que un día se convirtió en uno de los personajes más influyentes de Siria con el nombre de Kamel Amin Sabet. Allí fue condenado y ejecutado por espionaje y allí sigue, seguramente, su cuerpo, a la espera de que el Mosad lo recupere, como hizo con su reloj.

Hoy, la memoria de Eli Cohen está más viva que nunca gracias a la televisión. Y es que Netflix ha decidido convertir su historia en una serie de seis capítulos: ‘El espía’. Gideon Raff, responsable de otra de espías como ‘Homeland’, cuenta la increíble historia de uno de los operativos encubiertos más exitosos de la Inteligencia israelí.

¿Y quién interpreta a Cohen?

Pues uno que comparte apellido y apariencia con él, Sacha Baron Cohen. Sí, el mismo que escandalizó a Reino Unido con ‘Ali G’, el mismo al que en Kazajistán y otras repúblicas exsoviéticas no pueden ni ver por su papel de Borat, el que hizo ‘El dictador’, el que le puso el ‘paquete’ en la cara a Eminem en una gala de los MTV Awards vestido de otro de sus extravagantes personajes, Bruno. Pues ese mismo Sacha Baron Cohen interpreta a Eli Cohen en ‘El espía’.

‘Ali G’, el mismo al que en Kazajistán y otras repúblicas exsoviéticas no pueden ni ver por su papel de Borat, el que hizo ‘El dictador’, el que le puso el ‘paquete’ en la cara a Eminem en una gala de los MTV Awards vestido de otro de sus extravagantes personajes, Bruno. Pues ese mismo Sacha Baron Cohen interpreta a Eli Cohen en ‘El espía’.

El egipcio que dio su vida por Israel
Eli Cohen nació en 1924 en Alejandría, Egipto. Como muchos judíos residentes en aquel país, emigró a Israel en 1957 tras la crisis del Canal de Suez o guerra del Sinaí, que enfrentó a Francia, Reino Unido e Israel con el país del norte de África. Tres años le bastaron para ser reclutado por el Mosad. Era el candidato perfecto para la misión que iban a encargarle, pues hablaba árabe de manera fluida y sus rasgos egipcios le hacían pasar inadvertido en las filas enemigas árabes.

Kamel Amin Sabet ‘nace’ en Argentina. Allí envía el servicio secreto israelí a Cohen, ya con su nueva identidad: la de un empresario sirio que vuelve a ‘casa’ tras unos años en el extranjero. Un año pasa Cohen en Sudamérica, entablando ya relaciones con funcionarios sirios, antes de completar su transformación y aterrizar en Damasco, la capital de Siria, adonde se muda definitivamente en 1962.

«Nuestro hombre en Damasco»

Kamel Amin Sabet se hizo notar en Siria. El empresario recién llegado del extranjero organizaba lujosas fiestas en las que no faltaban ni las mujeres ni los oficiales militares sirios y los políticos más destacados del partido Baaz (Partido del Renacimiento Árabe Socialista). Para cuando esta fuerza llega al poder en 1963 a través de un golpe de Estado, Cohen (perdón, Sabet) ya se había ganado la confianza de los nuevos líderes del Estado entre convite y convite.

El empresario que lucía aquel llamativo reloj y se codeaba con políticos y militares sirios era el mismo hombre que pasaba información a Israel por radio, carta o viaje exprés a Bat Yam, la ciudad donde vivían su mujer y sus tres hijos (los de Cohen). El espía logró infiltrarse con éxito en las convenciones del partido Baaz y visitó los enclaves militares estratégicos más importantes de Siria, como el de los Altos del Golán. Las informaciones de «nuestro hombre en Damasco», como se referían a Cohen los agentes del Mosad, fueron clave para que Israel se hiciese con la victoria en la Guerra de los Seis Días.

Dicen que Kamel Amin Sabet pudo haber llegado a ser ministro en Siria. También dicen que la leyenda del agente del Mosad que se infiltró en el país árabe es eso, una leyenda agrandada por los servicios secretos israelíes. Sea como fuere, si este espía pudiera haber llegado a convertirse en ministro sirio ya es un ejercicio de ficción y no de historia, pues la infiltración de Eli Cohen terminó en 1965, cuando fue descubierto y ejecutado.

En enero de 1965, tras cuatro años siendo Kamel Amin Sabet, Eli Cohen fue descubierto por los servicios secretos sirios, que acababan de recibir unos sofisticados equipos de contraespionaje soviéticos que detectaron una de las transmisiones del espía. Cuando desenmascararon a COHEN 2Cohen, los oficiales sirios no podían dar crédito. Ese hombre que había estado pasando información a Israel se había convertido en uno de los tipos más poderosos del país.

Fue detenido, torturado, juzgado sin abogado y condenado a muerte. El 18 de mayo de 1965 fue ahorcado en una céntrica plaza de Damasco. De nada sirvieron los esfuerzos de Israel o el papa Pablo VI para evitar la muerte del reo. Su cuerpo se exhibió durante horas en el lugar donde lo ajusticiaron, colgado junto a un cartel en el que se detallaba su condición de ‘enemigo’.

 

EL CONFIDENCIAL/AV

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