“En el próximo cambio de horario se debe desmitificar el ahorro energético, ya que está comprobado que ya no lo hay y además conlleva consecuencias negativas para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo, porque afecta el reloj biológico diario (ritmo circadiano), el cual se regula con la luz del sol”, comenta Erwin Plett, ingeniero de la Universidad de Chile, doctorado del KIT, Karlsruhe Institute of Technology de Alemania, con post doctorado en energías en la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados Unidos, y director de Alfa Lux en Chile.
Así, este experto en economía ambiental, fisiología humana e iluminación, señala que el cambio horario, estipulado en Chile para el próximo sábado 13 de mayo es completamente inapropiado y anti natural para el ser humano, puesto que afecta su desarrollo psicológico, cognitivo y productivo.
“Creo que se debiera derogar definitivamente el cambio de horario en Chile, porque es nefasto para el bienestar de muchas personas, además que está comprobado que no hay ahorro energético: los motores gastan lo mismo y el hervidor de agua también, por citar algunos ejemplos. Además, las personas pueden llegar a sentir un jet-lag de hasta tres semanas, hasta que efectivamente logran la adaptación horaria y ¿quién paga esos costos personales y sociales?”, comenta enfático Erwin Plett.
Quien además sostiene que la productividad agrícola se verá afectada, ya que los trabajadores agropecuarios deberán terminar sus labores a oscuras en el campo, lo que es prácticamente imposible, como también alterará las rutinas de los estudiantes, ya que éstos al estar sin luz natural en colegios, institutos y universidades, estarán sujetos a la mala luz artificial, si la iluminación no es la adecuada, ni inteligente.
“Yo sugiero regresar a lo natural, en el sentido de volver a adecuar las actividades según el cenit del sol y funcionar con horarios diferidos para ingresos de oficinas, colegios, locomoción colectiva y otras tantas actividades, ya que bajo la luz solar es donde mejor se siente, aprende nuevas cosas y produce el ser humano. Sin las ataduras de horarios impuestos artificialmente, por ejemplo en un fin de semana, las personas en Buenos Aires se levantan naturalmente a otra hora que en Santiago de Chile, aunque desde 1947 Chile se rige según el huso horario de Buenos Aires (UTC-4) y no el natural, geográfico de Santiago (zona UTC-5). En Rusia este cambio o ajustes horarios ya no se usa más, y en Europa, pese a querer derogar hace bastante tiempo el cambio horario por obsoleto, no se ha podido hacer por un tema político/administrativo, ya que ahora 27 naciones deben ponerse de acuerdo, y tienen otras prioridades políticas. En Chile se requiere sólo de objetividad y voluntad política para volver a lo natural”, precisa el experto.
“Yo sugiero regresar a lo natural, en el sentido de volver a adecuar las actividades según el cenit del sol y funcionar con horarios diferidos para ingresos de oficinas, colegios, locomoción colectiva y otras tantas actividades, ya que bajo la luz solar es donde mejor se siente, aprende nuevas cosas y produce el ser humano.
Pese a ello, el próximo sábado 13 de mayo se cambiará de horario en Chile, se debe atrasar una hora el reloj y entrar en el horario de invierno, cosa que antes sucedía en marzo. Hay que recordar que la primera vez que se aplicó este cambio de hora en el mundo fue durante la Primera Guerra Mundial en 1916.
Los únicos ahorros calculados eran en iluminación, pero ese criterio quedó obsoleto y cambió radicalmente, a más tardar a fines de 2015, con la prohibición mundial de las ampolletas incandescentes que entregaban sólo el 5% de luz y el resto en calor residual. Luminarias LED de última tecnología entregan 73% de luz, con lo que se hoy se puede ahorrar más de un 94% en electricidad para iluminación. “Si es por ahorrar, cambiemos la tecnología y no perjudiquemos a las personas en Chile, por mera costumbre”, concluye Plett. www.alfalux.eu