marzo 19, 2025
inicionoticiasactualidadcultura popdeportesempresasopiniónpolíticatierra de campeonesalta suciedad

22

Jun

Farmacias de Iquique | @plumaiquiqueña

@plumaiquiqueña


plumaiquiquena 1
@plumaiquiqueña

Antiguamente se llamaban boticas o droguerías, vendían preparaciones magistrales o ungüentos para los dolores y enfermedades. Atendida por sus propios dueños, con atención personalizada, identificando al cliente y a la familia con un abrazo y un hasta luego.

Solo estos negocios de antaño mantenían entre sus paredes, muebles y productos que graficaban el inexorable paso del tiempo, ya sea en crisis y bonanza económica. Era otro Iquique, el de los techos planos y la gente amable. De las tantas boticas de antaño que la memoria traiga con nostalgia en este Machaq Mara indígena, tenemos a la «Botica China», ubicada en calle de Lima (Serrano) y esquina Arequipa (Patricio Lynch), atendida por don José Reyes, flebotomista (oficio de practicar sangrías o abrir las venas).

Destacamos también la «Botica y Droguería del Sol «(1911), ubicada en calle Vivar frente a Gorostiaga, cuyas cremas, jarabes, inyecciones, aguas y pomadas aliviaban heridas y los dolores. «La Farmacia Libertad», del señor Oscar Benítez, estaba ubicada en el corazón de la ciudad, calle Tarapacá N°722. Inolvidable es la «Farmacia Danesa» (1920-1959), ubicada en calle Baquedano con Thompson, pero que en un principio funcionó en la esquina de San Martín y Obispo Labbé. Atendida por un señor huraño llamado Anker Nielsen Shuldt, sin embargo, clientes relatan que regalaba sobrecitos con pastillas y otras veces gomitas de eucaliptus.

farmacia iquiquena
En la década del setenta, la calle Vivar recuerda con la música de los «New Demons», a la «Farmacéutica Farrú», innovadora en modernas vitrinas y variedad en artículos de perfumería. Quién no se acuerda de la «Farmacia Bristol», atendida por su propio dueño Don Luis Díaz Salinas, en calle Barros Arana 734, la «Farmacia Cóndor» de calle Tarapacá con Amunátegui atendida por el Señor Salvatierra y últimamente por el Señor Torres.

Poco a poco la ciudad fue creciendo, bajo el alero de la pujante industria pesquera. El olor a dólares estaba multiplicando las necesidades y suministrando de nuevos medicamentos frente a los ya clásicos: Mejoral, Metapío, Oblea China, Dipirona, Aspirina, povidona yodada; sobrecitos de zinc y bicarbonato; tubos de ensayo y pipetas.

 

farmacia el sol farmacia bristol
Hoy el tejido de los recuerdos se entrelaza con la música andina de mi tierra, que celebra la nueva vida y el retorno del tata inti. «La Farmacia Urquieta» de calle vivar, trae la memoria de mi abuelo, el cual compraba la Gillette y el infaltable hisopo. No obstante, un poco al norte, por » Casa Solana «, «Frico», el «café Diana», el «Decer» y ‘Tiendas Sacco», estaba una muy querida, me refiero a “Farmacias Victoria”, que antiguamente estuvo ubicada en calle Thompson con Vivar, donde estuvo Wrangler y hoy es una carnicería. Pero la que todos recordamos, en especial esta forastera iquiqueña es la que quedaba al frente de Vildoso, a pasos del kiosko de Don Manuel González, el punto de encuentro de artistas y parroquianos. Siendo una niña, mientras a mi madre le vendían un jarabe para mi hermano, contaba una por una, cada monito de plumavit.

Hoy está cambiado Iquique, el bullicio de las calles remece la memoria; el dueño de la farmacia no aguarda la espera al costado de la puerta; los mesones de madera son reemplazados por vitrinas modernas. Ejemplos como «Farmacia Arauco» resisten al gigante farmacéutico, ofreciendo los remedios clásicos y de curación. Las esquinas expiran de cordialidad, las farmacias del siglo 21 digitan el RUT con prontitud, sin mirar a los ojos, esperando la transacción en la pantalla y el anuncio de un nuevo número para la fría atención en la mañana.


Agradecimientos a «Memoria Visual de Iquique y la Pampa» y a «Artemio Andrés Carlo».

Comentarios

Deja el primer comentario

ingreso de usuario

Google reCaptcha: Clave del sitio no válida.