La cerveza o chela ha estado vinculada con las guatas enormes durante mucho tiempo, pero ¿realmente existe un vínculo entre el consumo de esta bebida en particular y la grasa abdominal?
Resulta que el estereotipo de la barriga cervecera es real, pero no por las razones que crees. Muchas personas se alejan de esa bebida porque creen que les va a dar esa infame figura, pero la cerveza no es la única culpable y la ciencia lo explica.
Desmitificar la guata cervecera
«La guata cervecera es un completo mito. La fuente principal de calorías en cualquier bebida alcohólica es el alcohol… no hay nada mágico sobre el alcohol en la cerveza», explicó el profesor de ciencia y tecnología de los alimentos de la Universidad de California Davis, Charles Bamforth.
Es decir, lo que hace que la chela tenga la mala reputación de hacer engordar a quienes la consumen tiene que ver con la cantidad de calorías que ellos consumen. El vino tiene el doble de calorías que la cerveza, pero muchas personas tienden a tomar más de esta última bebida que otro tipo de alcohol.
La reputación de la chelita heladita como una bebida para disfrutar con amigos tampoco ayuda. En las reuniones de amigos, en los asaitos o las noches de pizza no puede faltar una cerveza y eso puede hacer estragos en la cintura.
En definitiva, la cerveza puede engordar como cualquier copete. La clave está en la moderación.