En el recurso acogido a tramitación por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que fue presentado por los familiares de los 9 funcionarios bolivianos que permanecen detenidos y que obligará a Chile a informar sobre la situación judicial de los imputados, junto a la solicitud de intervención del Papa en el caso, están depositadas las esperanzas de la defensa de los militares y aduaneros que están recluidos en el penal de Alto Hospicio, tras ser aprehendidos en la zona de Panavinto el 19 de marzo pasado por Carabineros y formalizados – posteriormente – de los delitos de robo con intimidación, contrabando y porte ilegal de armas por parte del Ministerio Público.
Con la férrea convicción de que saldrán libres y que los cargos presentados por la fiscalía no tienen solidez, el ministro de Justicia de Bolivia, Héctor Arce, llegó a Iquique a afinar la estrategia defensa con el equipo de profesionales que trabaja en el caso.
¿Cuál es la evaluación que hizo del estado en que se encuentran los detenidos tras reunirse con ellos?
-No pueden estar íntegramente bien de permanecer en una cárcel por una situación que es injusta, pero los vi con la fortaleza que les da el hecho de ser inocentes. Han recibido un trato respetuoso y nosotros también acudimos pidiendo las autorizaciones y sin beneficios a pesar de la investidura. Hemos cumplido las reglas.
El Presidente Morales pidió la intervención del Papa para lograr la liberación de los detenidos. ¿Ya les respondió la solicitud?
-No tengo conocimiento que haya respondido aún. Esta es una acción correcta, pues no es una cuestión en contra de nueve ciudadanos, sino en contra del Estado boliviano, pues ellos son funcionarios y estaban cumpliendo una labor profesional mandatada de por el Estado. En esa circunstancia fueron detenidos con bastante violencia y han sido trasladados hasta un penal, se ha judicializado el caso indebidamente a nuestro criterio, pues se debió resolver por la vía diplomática. Estamos usando todos los mecanismos que el derecho internacional da y lo hemos asumido como un tema de Estado.
Cuando fueron detenidos los militares y aduaneros, Evo Morales aseguró que habían sido secuestrados y luego, modificó la versión aduciendo que eran funcionarios que luchaban contra el contrabando. ¿Ese cambio obedece a una estrategia de defensa?
-Lo que está claro es que hubo un incidente en la frontera y estos casos deben ser aclarados por la vía diplomática y no judicial. Hay diferentes versiones, pero este tipo de incidentes deben ser resueltos por las vías y canales regulares, hay muchas preguntas que el Estado chileno no nos ha contestado hasta el momento, por ejemplo, qué hacía un camión con ropa nueva en el límite fronterizo donde no hay personal de control. Esa situación no era una casualidad, pues estaba llevando contrabando. Si se analiza así Chile y Bolivia tienen intereses comunes, debemos combatir el narcotráfico, el contrabando, somos pueblos hermanos.
¿Este caso está afectando más las deterioradas relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia?
-Lamentablemente Chile ha evidenciado demasiada molestia desde que presentamos nuestra demanda marítima en tribunales internacionales de justicia. Muchas declaraciones, muchas actitudes que no se condicen con la declaración de Manila. Esta actitud de Chile tarde o temprano va a tener que ser retrotraída y revertida, no me imagino otra cosa. Indudablemente este tipo de actitudes daña las relaciones, como negarle la visa al presidente de la Cámara de Diputados, del Senado, al ministro de Defensa, eso parece una actitud injustificada, sin ninguna razón, incomprensible de un país vecino. Es un acto inamistoso.
Sin embargo, desde Bolivia también ha habido varias declaraciones, como por ejemplo, las del ministro de Defensa, Reymi Ferreira, en contra de la Presidenta Bachelet. ¿Qué dice de eso?
-No me toca pronunciarme sobre el tema, pero estamos en una democracia y cada quien tiene derecho a expresar sus ideas, nadie tiene la voz embargada, los planteamientos deben rebatirse con ideas.
Respecto de la instalación del grupo militar especializado F10 en la frontera, usted calificó las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, como “delirantes”. ¿Insiste en eso?
-Para no herir sensibilidades vamos a decir que son profundamente incorrectas, son increíbles, inverosímiles, nosotros no tenemos ninguna intención de agredir a nadie, somos democráticos y prudentes. Lo que hemos hecho es movilizar tropas de elite dentro de nuestro territorio para luchar contra el contrabando que está tomando actitudes muy agresivas, pues civiles han hostigado a nuestras Fuerzas Armadas y asaltaron un camión cerca de la frontera con Brasil. Hemos militarizado también una zona cercana a ese país, con el fin de luchar contra delitos y no tenemos a nadie de esa nación reclamando. No ha pasado por nuestra mente agredir a nadie y Chile debería ponerse al lado de nosotros, pues si hubiese una situación de emergencia en su país, le garantizo que los ayudaríamos. Deberíamos sentarnos en una mesa a planificar la lucha contra el contrabando, así trabajan dos países que se respetan y tienen un futuro común, pero al contrario, vamos a pensar que Chile quiere nuestro subdesarrollo, nos hace daño, nos afecta, no quiere ser un buen vecino y esas declaraciones, del canciller pidiendo prudencia, los parlamentarios recomendando…no todo esto es muy inverosímil. Nosotros no queremos guerra con nadie, los soldados de Chile y Bolivia deben ser amigos, darse la mano, no agarrarse a culatazos como les han dado a nuestros funcionarios, con la cacha de un arma, queremos el bien.
En la defensa de los detenidos, ¿qué etapa viene ahora?
-Después de esta visita, de hablar con los abogados que trabajan en la defensa, me voy mucho más convencido que ésta es una agresión contra el Estado boliviano, pues ellos (los funcionarios) no son delincuentes como todo el mundo los califica aquí. Sebastián Piñera y la Presidenta Bachelet, saben de la presunción de inocencia y cuánto influye la opinión de una autoridad, por eso deben ser respetuosos con sus declaraciones. Los nueve detenidos son víctimas en este caso y yo conversé con el ministro de Justicia de Chile para buscar una salida diplomática, me indicó que lo conversaría con la Cancillería y me avisaría, pero no lo hizo. Vamos a insistir en las instancias del diálogo e internacionales, pues lo que está pasando es muy grave. Lamentablemente, es una situación que tarde o temprano va a generar un descrédito y una responsabilidad para el Estado chileno. Aquí no puede haber un proceso y obstinarse en eso, el pueblo chileno debe conocer la realidad, lo que se está viviendo es una injusticia.
¿A qué otras instancias judiciales recurrirán?
-Ya lo hicimos a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, a la OEA y al Santo Padre, hemos recurrido a todo. No se puede permitir esta injusticia, pues estamos hablando de nueve inocentes, es inaceptable.
Cuando Evo Morales necesita repuntar en las encuestas o aumentar el apoyo electoral, recurre a los temas con Chile. ¿Esto es también una estrategia?
-El Presidente Evo ha ganado las elecciones sin necesidad de recurrir a ninguna estrategia contra Chile, hemos buscado tener las mejores relaciones. No hemos necesitado los temas con Chile, incluso en la Corte Internacional de Justicia de La Haya nosotros estamos demandando diálogo, eso es absurdo, no resiste ningún tipo de análisis. Ojalá se arregle este problema, las familias de los funcionarios sufren y espero que las autoridades chilenas recapaciten pues hay intereses comunes.