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La historia de Juan Salvo y su lucha contra la invasión de seres extraterrestres ha cautivado a generaciones desde su publicación en 1957. Ahora, más de seis décadas después, El Eternauta cobra nueva vida en la pantalla grande con una ambiciosa adaptación cinematográfica protagonizada por Ricardo Darín.
La película, dirigida por Bruno Stagnaro, podría ser una fiel reinterpretación de la icónica historieta creada por Héctor Germán Oesterheld. Con efectos visuales impactantes y una profunda carga emocional, el filme busca no solo entretener, sino también mantener vigente el mensaje de resistencia colectiva que hizo de El Eternauta un símbolo en la historia del cómic argentino.
El hombre detrás del mito
Detrás de esta historia visionaria se encuentra Héctor Germán Oesterheld, un escritor y guionista que revolucionó la historieta argentina con relatos que trascendieron el entretenimiento. Nacido el 23 de julio de 1919 en Buenos Aires, Oesterheld comenzó su carrera escribiendo cuentos infantiles y divulgación científica, pero su pasión por el cómic lo llevó a crear personajes inolvidables como Mort Cinder, Sherlock Time y Ernie Pike.
Sin embargo, su obra maestra, El Eternauta, fue mucho más que una historieta de ciencia ficción. Publicada en 1957, la historia de Juan Salvo y su lucha contra seres desconocidos en una Buenos Aires desolada por la nieve mortal se convirtió en una metáfora de la resistencia colectiva ante la opresión.
El compromiso político y su trágico final
En los años 70, Oesterheld se involucró activamente con el movimiento Montoneros, lo que lo convirtió en objetivo de la dictadura militar que gobernó Argentina desde 1976. Su reinterpretación de El Eternauta en ese periodo se volvió aún más política, poniendo de relieve la lucha del pueblo contra las fuerzas opresoras.
En 1977, fue secuestrado por las fuerzas represivas y trasladado a centros clandestinos de detención como El Vesubio. Se cree que su condición física se deterioró gravemente en cautiverio y que fue finalmente ejecutado en circunstancias desconocidas. Sus cuatro hijas, Diana, Beatriz, Estela y Marina, también fueron secuestradas y desaparecidas, marcando una de las tragedias más dolorosas en la historia de la historieta argentina.
Un legado inmortal
El estreno de la película no solo trae de vuelta una historia que marcó el género de la ciencia ficción, sino que también revive el legado de su creador. Oesterheld es recordado como un visionario y un símbolo de lucha por la memoria y los derechos humanos.
A casi cinco décadas de su desaparición, su obra sigue siendo un referente cultural y su historia resuena con fuerza. En un país que nunca dejó de preguntarse por sus desaparecidos, el estreno de El Eternauta en el cine es un recordatorio de que la memoria sigue viva y de que la resistencia, tal como la narró Oesterheld, siempre encuentra su camino.