Empadronamientos de testigos, recolección de testimonios, incautación de grabaciones de cámaras de seguridad, fueron parte de las pericias que decretó el Ministerio Público para lograr establecer el origen del fuego que consumió más del 70% del segundo piso del edificio de la ex Aduana de Iquique, que es uno de los monumentos históricos de Tarapacá.
El fiscal jefe de Iquique, Gonzalo Guerrero, quien se constituyó ayer en edificio, explicó que decretó varias diligencias para establecer con precisión las causas que originaron el fuego. “Se quemó la mayor parte del segundo piso y hay otras zonas que resultaron afectadas por el agua. Efectivamente, se habla de una bengala como el origen de las llamas, aunque todavía no tenemos ninguna confirmación, se están haciendo los trabajos y la investigación que serán desarrollados por la Brigada de Medioambiente de la PDI, los que hablarán con testigos y recolectarán información de cámaras para poder determinar quienes podrían haber participado en un hecho de este tipo”, indicó.
Al ser requerido si es la única hipótesis que se maneja respecto del origen del siniestro, Guerrero argumentó que existe un antecedente en ese sentido. “Lo que está medianamente claro es que el fuego se habría iniciado en un ala del segundo piso y desde ahí se habría propagado, afectando gran parte del segundo piso del edificio”.
En ese sentido, el comandante de Bomberos, Jorge Medina, dijo que se están haciendo varias diligencias para establecer el punto de origen del fuego. “Hay algunos indicios claros que han sido tomados como muestra. El punto de origen estaría en la parte superior del edificio, por lo tanto, la teoría que se ha mencionado mucho de la existencia de una bengala está vigente, pero no confirmada. Así también, existe la probabilidad que pudiese ser un cortocircuito. Lo más importante es que ya se determinó el punto de origen del siniestro”, sentenció.
Efectivamente, se habla de una bengala como el origen de las llamas, aunque todavía no tenemos ninguna confirmación, se están haciendo los trabajos y la investigación que serán desarrollados por la Brigada de Medioambiente de la PDI
En tanto, el intendente regional subrogante, Gonzalo Prieto, señaló que están preocupados por el edificio patrimonial, el cual será evaluado estructuralmente. “Una vez que los daños sean evaluados, se inyectarán los recursos para la restauración de las dependencias. Los montos van a estar determinados por el análisis que ejecute el Ministerio de Obras Públicas, pero no serán transferidos al municipio, ya que el edificio se encuentra en comodato, el cual está en proceso de renovación. Vamos a hacer todos los trámites para que las instalaciones sean restauradas rápidamente”, subrayó.
Los cimientos de la ex Aduana de Iquique guardan numerosos capítulos de la historia de Chile. En el recinto, enclavado en pleno centro de la ciudad fueron depositados en una bóveda de seguridad los restos de Arturo Prat Chacón y de Ignacio Serrano.
La construcción de las dependencias fue encargada en 1871 por el Presidente de Perú, Ignacio Balta, terminándose las obras a fines de 1874. Pronto se transformó en el edificio más importante, ya que fuera de funcionar como la aduana peruana en pleno apogeo salitrero, también operaba en el lugar la prefectura provincial de Tarapacá y la capitanía de puerto. La Aduana también fue utilizada como centro de cautiverio de los prisioneros de la Esmeralda, permaneciendo en el sitio 48 marinos, un civil y algunos chilenos acusados de espionaje.