RODRIGO MALAGARRIGA
Bienvenidos al antiguo mundo de Iquique, Donde los antiguos iquiqueños extrañamos esa ciudad amable y bañada suavemente por el mar, aunque éramos mucho más pobre, éramos más rico en su gente.
Y sus habitantes que tenían el sentido del barrio y la solidaridad en su ADN, que cuando no había no había nada que echarle a la olla, el mar o algún vecino generoso nos regalaba algunos mariscos o unos pescados que casi siempre eran Cojinova, pero nadie pasaba hambre en ese Iquique.
Ese era el Iquique de antaño, los iquiqueños nos saludábamos con un lenguaje propio que nos identificaba del afuerino, con un “avísale”, mientras el otro respondía, “avisándole”, o cuando alguien estaba sin ropa se decía que andaba “calato”, al helado el barquillo, nos referíamos como el “Piquichuqui” o la paleta como chupete helado.
Éramos todo una gran familia y casi siempre buenos para la talla, los jóvenes eran grande exponente del deporte consiguieron el apodo a la ciudad como la Tierra de Campeones
Quienes subieron varias veces al pódium del éxito y de las hazañas.
VIEJITO
En esa vida de gente de caletas y pampas, de carnavales y olor a pesquera, en donde nos visitaba en diciembre el viejito pascuero también estuvieron presentes varios personajes que cuando éramos niños sentíamos una angustia que nos impulsaba a huir y también otros quienes nos divertía con sus payasadas y compartíamos con ellos con sus anécdotas o echándole broma o alguna talla picaresca o maliciosamente Sana.
Algunos de ellos eran psiquiátricos o alcohólicos y se tejían muchos mitos urbanos sobre ellos, como que un día fueron famosos, tuvieron mucho dinero, eran profesores y otros mitos que nunca llegamos a confirmar por ninguno de nosotros y los más viejos que los conocían les regalaban algunas una moneda para enjuagar su boca vino con tinto.
PERSONAJES
Al primero que vamos a referirnos, es a “Pate Cuete”, era común encontrarlo en el Mercado Municipal, ahora Centenario, quien hacía sonar sus pies descalzos en el piso de cemento, el cual emitía el sonido de un cuete, pero durante el golpe militar, un grupo de damas adherentes a ese gobierno, le regalaba zapatillas, momento que se perdió la gracia que tenía este personaje.
El Pani Pani, vivía en el barrio El Colorado Alto, tenía problemas psiquiátricos, pero era pasivo y se ganaba la vida ayudando en las caletas El Colorado, El Morro y Cavancha, como también en otros lugares de la ciudad, andaba desaseado y sin zapatos.
La Vieja de Los Gatos, se decía que había sido profesora y se trastorno por amor, para luego criar gatos y deambular por las veredas de madera de la ciudad
El República y la Tonta Juana, ambos eran alcohólicos y siempre andaban juntos, se les veía siempre por la calle compartiendo la vida en una botella de vino.
El Chicote, uno de los más conocidos, el cual era alcohólico y hacía reír a la gente con sus travesuras.
Chilenito, repartidor de comida en viandas el primer delivery en la ciudad que siempre se veía en las calles de ese Iquique antiguo trotando.
El Loco Rosendo, se decía que había sido un futbolista, era famoso en la ciudad, que entraba a las fuentes de soda y los parroquianos los invitaba una cañita del buen tinto.
El Chiricaco, de oficio fletero, andaba con su carreta y vestía a su burro, con pantalones y suspensores, mientras la carreta la pintaba de colores llamativos. También fue caporal del baile religioso, los Morenos y partícipe del carnaval morrino.
El Rico Rico, era más conocido como ¿Qué te pasó en Victoria?, vendía pan de leche y hallullas, pero se enojaba cuando le gritaban qué te pasó en Victoria, pero con el tiempo, dejó de enojarse y respondía, “pregúntale a tu hermana”.
Ese era mi Iquique de antaño el gran amor de nuestras vidas mi viejo y heroico Iquique. Quien la modernidad, la delincuencia y la bonanza del sistema franco supo apagar su Estrella inmortal.