EL MARTILLO
Algo está pasando en Iquique glorioso, de un tiempo a esta parte han sucedidos hechos de violencia y trágicos que al parecer van a seguir sucediendo.
Desde accidentes vehiculares en año nuevo, asesinatos de sicarios colombianos, tiroteos a plena luz del día, balaceras entre pandillas y delincuentes, peleas y disparos a fueras de discoteques, se suma lo ocurrido en la Escuela de Caballería, hechos tan aberrantes que señalan que algo esta pasando en la gente que vive en Iquique, que tiene una sensación que vamos hacia abajo en términos de existir con violencia.
La escalada de muertes en la ciudad ya es pan de cada día, la percepción de la ciudadanía es que se vive en un mundo sin respeto y de poca sensibilidad a la vida. Por otra parte, se trata de hacer sentir que estamos seguros y bien, pero la verdad es que no es así.
Parece que faltan medidas y acciones más efectivas, como, controlar más a las personas, revisar autos o chequear lugares de reunión. Creo que el sentir de la mayoría es volver a tiempos donde el control personal era mas efectivo y de alguna manera frenaba un poco la delincuencia.
Iquique glorioso, no era esa, era una ciudad donde uno podía salir tranquilo, se podía caminar sin problemas por sus calles.
Esperar que quienes son los responsables de esta calidad de vida que están llevando al abismo a Iquique se den cuenta de que no están haciendo nada y puedan aplicar medidas ejemplificadoras. La gran mayoría de los residentes de Iquique desea ver mas fiscalizaciones y controles para frenar esta sicosis de vivir en una localidad violenta.