Hoy me permito hacer un alto en mi acostumbrada columna que trata de diversos temas políticos y otros de interés local. Hay una fuerza dentro de mí que no puedo calmar. Se trata de los valores con los cuales uno, crece como persona y se desarrolla a lo largo de nuestra corta existencia.
Por tal razón, con vuestro permiso y nobleza humana, doy un paso al costado para no tratar los temas políticos candentes del Chile de hoy. Ya habrá tiempos de abordarlos. Ahora, contando con la venía de los lectores/as de este importante medio comunicacional, voy a lo mío.
Mayo es un mes sumamente especial para los iquiqueños. Tampoco, pasa por inadvertido en las efemérides de nuestra historia nacional. El Combate Naval de Iquique ocurrido un 21 de mayo de 1879, hace ya 144 años, en la rada norte de nuestra ciudad se escribió, hora a hora, el heroísmo del Comandante Arturo Prat Prat y su noble tripulación a bordo de la Esmeralda.
El “Huáscar”, buque acorzado del Perú, hundió al buque de madera de la escuadra chilena la “Esmeralda”. En pleno combate, salta al abordaje del “Huáscar”, en acción temeraria el Capitán Arturo Prat; cae abatido bajo la artillería y balas, en la misma cubierta de esta nave comandada por Miguel Grau, vencedor de esta lid.
Otra parte de esta fecha histórica para nuestro país, se desarrolló más al sur de Iquique, en Punta Gruesa con el Almirante Carlos Condell, al mando de la corbeta la “Covadonga”. Aquí en esta parte del Océano Pacífico, la victoria fue para la débil corbeta chilena “Covadonga”. La descripción de la historia nos recuerda que el buque blindado peruano la “Independencia” en su directa persecución de la nave chilena encalló en los arrecifes, de las costas de Punta Gruesa. Varada esta nave peruana, la “Covadonga” la cañoneó hasta su rendición.
En conclusión, final, tenemos una victoria para el Perú y otra para Chile. Sin embargo, la trascendencia de estos enfrentamientos bélicos en el mar, según mi parecer, puede abordar dos aristas de importancia decisiva.
- La primera arista. Radica en el poderío de las naves. Es relativamente más fácil ganar una batalla o una guerra, sí se tiene mayor infraestructura moderna y el poder de envergadura de las armas, se traduce en hacer el mayor daño posible al enemigo y destruirlo, sin tener que sufrir bajas, en la medida de lo posible.
De acuerdo a estos hechos del 21 de mayo de 1879, la victoria del “Huáscar” fue un hecho objetivo donde se cumple esta premisa en contra de la “Esmeralda”. Pero en el segundo caso, se rompe la enunciación descrita. El buque más armado y protegido, como era la “Independencia” termino vencido y derrotado por, la nave más débil y vulnerable, en este caso la “Covadonga”.
Son cosas para sacar lecciones y tener presente. No siempre ganan los más poderosos. Lógico, las desigualdades se pueden vencer. Incluso podemos por traslación, en un sano ejercicio de ciencia social, llevar este ejemplo a nuestra realidad política y, a la vida diaria. No sería nada de raro que nos encontráramos con otros ejemplos y casos que nos pueden sorprender. Bien, si disponen de más tiempo, respetuosamente les dejo esta loable tarea.
- Segunda arista. A paso de los años uno envejece y tiene más experiencia. Tal vez, por esta razón la acción temeraria de saltar al abordaje del Capitán Prat, tenga una connotación que sobrepasa las fronteras del tiempo y se coloca como el ejemplo máximo del cumplimiento de un deber. El sacrificio de la vida, el valor temerario que decide el curso de la fe, del amor por un país, cuando ya no existen más recursos y la carga de lo razonable están en medio de la muerte, la honra y el ejemplo; de este modo, la “Esmeralda” se hundió con la bandera chilena al tope.
Los marinos de la “Esmeralda”, ellos pasaron a la victoria de ser los Héroes del Combate Naval de Iquique. No porque ganaran, sino, porque ofrendaron en sacrificios sus vidas por su país. Unos sobrevivieron y otros murieron. Son los resultados de la guerra. Honor y gloria a cada uno de nuestros combatientes del 21 de mayo del 79, a la Armada de Chile en este 2023.
En esta breve síntesis de los hechos bélicos del Combate Naval de Iquique, uno que es nacido en estas tierras tiene que hacer un alto en sus actividades diarias.
Respetemos nuestras tradiciones y la memoria histórica. Que el mercado deje de matar nuestras costumbres y cultura.
Todo el comercio de nuestra ciudad este domingo 21 de mayo, casi hasta fines del siglo pasado mantenía sus puertas cerradas. No existían las cadenas comerciales del Retail y ningún Mall. Los dirigentes del Turismo y del gremio del Comercio local, como Gloria Delucchi, Pablo Daud, Tomás Tusett, Rafael Montes y tantos otros que se me olvidan. En aquellos tiempos, también se sumaban connotados ciudadanos, muchos de ellos descendientes de migrantes chinos, franceses, españoles, croatas e italianos, eran los primeros en respetar esta fecha, dándole un color comprometido con la identidad nacional y la idiosincrasia regional.
La ciudad en esta fecha conmemorativa del 21 de Mayo era otra, se vestía de gala. El comercio estaba cerrado, salvo las actividades de urgencia. En fin, sus dependientes/vendedores(as), estaban en familia y concurrían a la Boya, desfiles y masivamente visitaban el Marinero Desconocido. Las banderas chilenas flameaban en todas nuestras casas, negocios y edificios. Era casi una obligación moral, nacida del alma participar voluntariamente de las actividades programadas por las distintas Autoridades; asimismo por las Juntas de Vecinos del sector, en los distintos Barrios, nos hacían revivir la gesta heroica del Combate Naval en la rada de Iquique. Entonces, tiene un sentido muy profundo, cuando se dice “Ser chileno es un orgullo, pero ser iquiqueño, un privilegio”. Para los que no son nacidos en esta tierra, para ellos, esta primero la ley del consumo.
Por último, deseo destacar en forma especial, el desfile del Jardín Infantil y Sala Cuna “Anatiri”, ubicado en el sector Norte de la ciudad. Llevaron a efecto un brillante y muy emotivo homenaje a los Héroes de Iquique. Lo más lindo de este acto cívico fue el despliegue de la Banda Instrumental del Liceo Luis Cruz Martínez. Un plantel de párvulos y lactantes, desfilando al son de clarines, tambor mayor, de los acordes de las baterías y del joven Guaripola, en pleno barrio histórico del Matadero, el Jardín Infantil y Sala Cuna se hizo presente con la Directora, la profesional, Jéssica Flores Escobar y su plantel de Educadoras y Auxiliares de Párvulos. Más todo el personal Administrativo y de profesores de Especialidad, nos dieron una estupenda y grata mañana de valores patrios.
Por último, se agradece al señor Alcalde, Mauricio Soria, a los Concejales de la I.M.I., Marcos Calcagno y Rodrigo Oliva, por sus gestiones en torno a este acto cívico. A los representantes de la Armada, de Carabineros y de Zofri S.A., que brindaron con su presencia un mayor realce a esta actividad. Asimismo, a los dirigentes sindicales de Zofri, Bastián Mondaca y Melissa Gargano, que llevan adelante este maravilloso proyecto preescolar, sin fines de lucro y de autogestión, desde el año 1993. ¡Viva el heroísmo de Prat y sus Hombres!