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Su nombre sonó durante semanas como el principal invitado al Festival de Iquique del año 2009. El español subiría al escenario el 21 de enero de ese año, pero días antes, sencillamente, se echó para atrás y suspendió su recital en ex estadio municipal.
Un revés para el municipio que lideraba en ese año Myrta Dubost, que colocaba todas sus energía para que el mentado festival tuviera la repercusión necesaria en el país, casi a la par con Viña del Mar.
Julio Iglesias desde Miami se disculpaba, vía telefónica, de la suspensión de su presentación en Iquique con la alcaldesa.
«Técnicamente no ez posible cantar ese zábado ya que la banda que me acompaña tenía un compromizo ya comprometido para esa fecha», explicó Iglesias a través de la línea telefónica a Myrta Dubost y vino el compromiso que nunca cumplió “Haré el zábado 28 (de febrero) un nuevo y ezcluzivo ezpectáculo”.
Pero el mundo es chico y todo se sabe, Julio Iglesias en esos días se presentó en varias ciudades de México, donde ni se acordó que si tuviera un hijo le colocaría como nombre “Chile”.
La prensa lo echó al agua y se comentaba un dialogo que tuvo con los asistentes a un show, donde les comentó “«Antes era una obsesión hacer el amor antes de cantar, ahora si hago el amor, ya no canto» dijo.
Julio Iglesias fue uno de los artistas con mayor promoción en los años 70 y parte de los ochenta en Chile lindo y querido. Cuando visitaba el país utilizaba un lenguaje lisonjero con la prensa y con público que asistía a sus presentaciones.
“Os quiero, os amo, os adoro”, le decía después de cantar “La Vida sigue igual” al monstruo de Viña del Mar. Pero la joya de sus frases fue cuando prometió que si tuviera un hijo que colocaría como nombre “Chile”, promesa que llenó de histeria a los asistentes del festival de Viña del Mar en 1981.
Myrta Dubost ya no es alcaldesa, el festival de Iquique es historia, hemos envejecido unos años y nunca vino Julio Iglesias.