Valeria Calpanchay, una argentina que vivía en Alemania, conoció a Simon a través de Tinder, según cuentael diario inglés The Mirror, pero, a diferencia de las otras víctimas (que no tienen culpa de nada), ella no estaba muy convencida. Valeria contó que recordó su experiencia después de ver el documental de Netflix, lo que la puso a pensar en lo que sintió cuando conoció al estafador por primera vez.
“Tenía una cuenta de Tinder para ese entonces, así que vi a este chico llamado ‘Simon’, que parecía lindo y que viajaba mucho. También me encanta viajar, he estado en muchos países, así que pensé que le gustaría que nos encontremos. Tenía curiosidad. Nuestra cita fue muy espontánea y sucedió un día después de que coincidimos. Acababa de terminar el trabajo y me envió un mensaje de texto preguntándome si estaba libre para encontrarnos. Creo que envió un mensaje de voz”, dijo Valeria.
Lo que le llamó la atención a Valeria fue precisamente el perfil de Tinder de Simon, que la hizo pensar que algo no cuadraba, ya que “la mayoría de los millonarios no muestra su dinero en Tinder, no es necesario”.
Con todo y ese primer foco rojo, ella decidió encontrarse con Simon en la vida real y se reunieron en un hotel exclusivo, donde ella notó que, aunque a Simon le gustaba hablar sobre sí mismo, solía cambiar de tema o dar evasivas cuando le preguntaba sobre su origen, y lo que más llamó su atención fue que, durante la cita, Simon respondió varias llamadas de teléfono, donde hablaba sobre realizar grandes movimientos de dinero.
Valeria pensó que era raro que alguien hablara así de su dinero en una primera cita, además de que le contó de otras mujeres y presumía de que ellas le mandaban fotos íntimas, que es un foco rojo en cualquier situación. «No me fiaría de alguien que muestra fotos privadas a otras chicas», dijo ella.
Simon después invitó a Valeria a una fiesta en Múnich, pero ella se negó y, al parecer, eso fue el fin de todo y el estafador no pudo llevar a cabo su plan con ella.