La decisión fue necesaria, una vez que la semana pasada se instaló un manto de dudas sobre el Servicio de Impuestos Internos y la independencia con que este órgano del Estado operaba realmente en el marco de la investigación de las platas políticas. El punto de inflexión se produjo cuando se reflotó públicamente que el director de esa institución, Michel Jorratt, estaba en proceso de ser ratificado en su cargo por la Alta Dirección Pública, lo que aumentaba las sospechas de presiones indebidas. “En ese momento se hicieron insostenibles los esfuerzos de algunos por tratar de contener lo de SQM”, sentenciaron en el Gobierno.
El caso Baier
La ratificación ayer del subsecretario de Gobierno, Rodolfo Baier, no es contradictoria con la estrategia asumida en La Moneda, de aplicar el criterio de caiga quien caiga. Es cierto que el personero gubernamental dio una boleta a SQM, es cierto que dicho documento es parte de la denuncia que hizo ayer el SII a la Fiscalía para que se investigue junto a otras 72 más, pero su permanencia en el cargo –explicaron– se resolvió sobre la base de varios argumentos.
La principal, afirman en La Moneda, es que efectivamente Baier hizo un trabajo a finales del año 2012 para SQM, por tanto, dicha boleta tiene respaldo y justificación. En segundo lugar, fue clave para el Gobierno que la denuncia del SII no sea dirigida a la persona del subsecretario, sino que solo diga relación con que se chequee la boleta en cuestión.
También pesó, reconocen, que el otro caso involucrado en la arista política del caso Penta, el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, no fue removido de su cargo, pese a que los dueños del holding reconocieron ante la Fiscalía que el informe que habría elaborado la ex fundación del secretario de Estado, Ciudad Justa, por el que se pagó 4 millones de pesos, habría sido solicitado para ayudar a pagar “deudas de campaña” en su intención, el 2013, de llegar al Senado en el escaño de Santiago Oriente.
Así, lo que se aplicó para Undurraga todo este tiempo y que le ha permitido mantenerse y afirmarse en el gabinete, bajo la presunción de inocencia, y el hecho de tener respaldo del trabajo realizado por la boleta emitida, es lo que mantuvo ayer a Baier en el cargo.
“Estoy absolutamente ratificado (…). Pase lo que pase estoy extraordinariamente tranquilo por mis actos”, dijo el subsecretario ayer en la tarde, luego de una reunión con el ministro Álvaro Elizalde, mientras en paralelo arreciaban en La Moneda las versiones sobre la salida de Baier para evitar que el caso SQM se instale de llenó en el Patio de Los Naranjos.
“En un período de mi vida hice un emprendimiento que tiene que ver con labores periodísticas concretas en terreno. Uno de esos trabajos, cuando me dedicaba al tema de la minería y sus relaciones comunitarias, lo realice el 2012 como independiente (…). Esa es la verdad de las cosas, eso lo realicé, se escribió, se entregó y se canceló. El trabajo fue hecho y fue entregado y así, al igual que ese trabajo, realicé muchísimos otros en otros puntos del norte del país”, explicó.
El Mostrador