Hace unos días Mia Khalifa rompía el mito sobre cuánto dinero se gana en la industria de la pornografía. Con tan solo 26 años, la exactriz de cine X que se hizo popular por una escena en la que mantenía relaciones sexuales con un hijab, asegura que todavía se avergüenza de haber rodado aquellas escenas.
«Cuando tenía 21 años no pensaba bien lo que hacía. Todo el mundo puede verme desnuda por una decisión que tomé hace mucho tiempo. Por supuesto volvería atrás para cambiar las cosas si pudiera. Es una profesión muy estigmatizada y eso conduce a que la gente cambie su forma de ser conmigo y eso me desconcierta», afirma ‘The Daily Beast’.
Khalifa también explicó por qué decidió abandonar la industria cuando estaba en pleno apogeo de su fama y habló sobre las inseguridades que la persiguen desde entonces. Su carrera comenzó a desvanecerse cuando empezó a recibir mensajes de grupos rebeldes que amenazaban con decapitarla. A los 24 años denunció que constantemente le llegaban sentencias de muerte en sus redes sociales en la que le advertían que se había convertido en objetivo de los radicales.
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Muy criticada
«Procuro no preocuparme porque no puedes mostrarte débil con ellos… Es lo que están buscando. Intento hacer como si no me importara, aunque al final te acaba afectando. Me duele escuchar que en mi país de origen me odian. Las escenas con el hijab eran satíricas», aseguraba en ‘Washington Post’. En una ocasión, su perfil en Instagram fue hackeado por piratas árabes y sus fotografías fueron reemplazadas por banderas de Arabia Saudita.
«Cuando me preguntan, todavía digo que es una parodia. Es un video que no debe tomarse en serio. Tenía la geolocalización activada en Twitter y entonces alguien lo vio y me envió una amenaza diciendo: ‘ Sé dónde vives’. Fue bastante aterrador. Obviamente era un estúpido simpatizante de esos grupos radicales que solo quería asustarme, pero lo consiguió», añade.
«Cuando empecé en el porno me encontraba en un momento muy vulnerable de mi vida. Me lo propusieron, pensé en ello y al final entré. Disfruta un rato de los cumplidos, pero después era aterrador. Pensaba: ‘Esto es tan surrealista que ni siquiera puedo comprender lo que me está sucediendo’. Después tuve vergüenza y me arrepentí, pero el verdadero sentimiento no apareció hasta un par de meses después. Pero creo que volví a hacerlo de nuevo por la gran atención que recibía, temía que desaparecería si no lo hacía», comenta.
Vida nueva
Haberse dedicado al cine para adultos es una losa que todavía carga sobre sus espaldas. «El 70% de la gente que se me acerca son hombres que me piden una foto mientras intentan tocarme o hablarme de manera irrespetuosa», confiesa.
Actualmente, Khalifa está involucrada en varias ‘startups’ online que no tienen nada que ver con la industria del cine X, incluida una aplicación deportiva para árbitros de fútbol y un servicio móvil de citas.
