@plumaiquiqueña
Para un iquiqueño, mayo es más que septiembre, Prat es más que O’Higgins y un 21 de Mayo es más que un 18. Es un día especial, la verdadera chilenidad de este terruño, que se esconde entre el cerro y el mar. Se celebra temprano, con el despunte del alba, un homenaje bien merecido al comandante Prat y los tripulantes de la corbeta Esmeralda. Tradiciones de antaño, salvo en este período de pandemia.
Mes del mar, del diario mural, de los inicios del club Deportes Iquique, de la radio El salitre, del terremoto y tsunami en el puerto de Chanavaya. Una época en la cual la casa se dejaba ¡soplá!
Imborrables son las calles en Iquique, teñidas de rojo; azul y blanco por las «Dos Estrellas» y librería «Glasinovic» en décadas pasadas.
Las bandas escolares se alistaban después de largos ensayos. Los vendedores hacían gala de gritos y frases típicas; el cuchufli barquillo; turrones; berlinés; empanada de horno; maní confitado; paleta helado; pan de leche; algodones; bebidas; la pesca milagrosa; globos; pelotas; etc. Los colegios se preparaban con ahínco y desdén para la acción más noble, como es «desfilar».
Después del acto cívico marchábamos detrás de los marinos hasta la Plaza Prat, para seguir en dirección al puerto y tomar el boleto en una goleta que navegue por las olas cubiertas de espuma blanquecina. Las banderitas flameaban por doquier adornando la plaza y calle Baquedano, simbolizando esa bandera en alto que nunca fue arriada ese 21 de mayo de 1879. Mientras la Esmeralda se sumergía en la eternidad en las aguas de Iquique por culpa del blindado peruano Huáscar, entre los bajos rocosos de Punta Gruesa, un poco más al sur, la goleta Covadonga logró un triunfo imposible ante la Independencia. La muchedumbre testigo y los soldados parapetados en la costa, no olvidaron jamás la gesta heroica de Prat, no vieron jamás rendirse a la armada chilena. A pesar que la bandera chilena se desgarró de sangre y dolor en un torbellino de fuego, no se rindió nunca frente al enemigo.
¡Oh! Son las 12:10 como todos los años y los 21 cañonazos dan inicio a la fiesta del glorioso. «La boya» se mueve hermosa y flamante con los colores patrios sobre el manto perpetuo. Flores caen para cubrir a la reina y es hora de partir a un nuevo destino. ¡Un paseo en goleta quizás por el mar que tanto amaba Prat! Solo un iquiqueño sabe lo estoy diciendo. Gracias a un 21 de mayo aprendimos a lanzarnos al abordaje sin miedo. Como dice Villalobos: “El ejemplo de Prat y sus hombres sacudió al país y electrizó a los que marchaban al frente de lucha”.
jose carril
Estoy descuerdo con el comentario , en nuestra sociedad abecés nos se cuentan las cosa y se ocultan con una visión de patriotismo, una historia un poco desvirtuada ,todo ello en fomentar una cultura patriótica y generar un ambiente de pos guerra ,que con suerte no se llevo a cabo en los años 76 al 86 cuando el Perú, quiso invadir la primera región y recuperar la ciudad de Arica.
La historia sebe ser comentada y enseñada sin cambios ,la verdad es parte de la cultura de un país , aunque nos duela se recuerda y se aprende de ella.
juan Grendy Cordova
Por la presente , y como buen chileno ,quiero exponer la verdad con respecto a la ubicación de la esmeralda ,que no se encuentra en el lugar simbólico no puedo dar su ubicación en resguardo de un patrimonio que a la fecha ha sido saqueado por los mismos marinos que han enviado las piezas al extranjero, la educación y enseñanza la cual nos han enseñado en la escuela no es la que se plasmo en los campos de batalla y no cuenta de las atrocidades y actos vergonzosos que se ejecutaron durante las campañas , no quiero desmerecer la inteligencia y su cuerpos de integrantes que con astucia y coraje se enfrentaron sin duda a un campo sin presidentes, y con respecto al abordaje no es como se cuenta hay registros en el cual consta que los marineros estuvieron bebiendo toda la noche , como es de esperar al otro día no estaban en condiciones de enfrentar una situación tan adversa y el capitán Prat se cayo, hay que considerar que si la estrategia de abordaje se hubiera planificado con anterioridad , la historia seria otra , la muerte del capitán fue a mano de un cocinero peruano que propuso un hachazo en la cabeza al capitán claro esta ,que ya tenia en su cuerpo algunos disparos esto ocurrió, porque el cocinero no entendía muy bien la lengua española no entendió la orden del capitán Grau, cuando manifestó, que no era necesario exterminar a los marineros chilenos, solo hundir la esmeralda y con ello facilitar el rescate de los chilenos que posteriormente serian prisioneros.
El honor y compañerismo que existía entre ambos capitanes plasmo desde el principio una lealtad en el combate, desde ese principio en Huáscar solo se concreto en espolonear y no en cañonear ,que sin duda; con el alcance de sus cañones y su torreta giratoria no habría necesidad de acercarse tanto hasta el nivel de dañar su espolón .
Más quiero felicitar a esos marineros que hasta la fecha no sabemos de sus nombres y que esta reflejado en un monumento al marinero desconocido,tanto niño y joven que se enrolo para sacrificare por su país, nunca dimensionaron las causas y circunstancias en las cuales se encontraría ,me pregunto que estarían pensando esos inocentes en cual momento estaban al escuchar los cañones y ver a tanto compañero caído y ensangrentados y por doquier las astillas de madera volando por todos lados y viendo en la cara la vestía de fierro que se les venia a toda maquina, que desigual es la guerra y cruel no tiene piedad y no da recompensa, solo nos deja la enseñanza que las guerras no son buenas y solo empobrecen al país, y sus consecuencias económicas y culturales son a largo plazo, Un ejemplo claro de ello es la insuperable emoción que tienen nuestros hermanos bolivianos , que hasta el día de hoy no pueden tener una visión en mejorar su relación de hermandad y buscar una empatía y con ello una posibilidad de salida al mar.