Mila Zurbriggen, presidenta de la agrupación juvenil Generación Libertaria, acusó a Javier Milei de tener comportamientos de casta dentro de La Libertad Avanza. Se trata de una joven formoseña de 23 años que militó la campaña del economista hasta que notó irregularidades dentro del armado.
En una entrevista que reproduce el medio MDZ de la ciudad de Mendoza, Argentina, la joven deja al ultraderechista Javier Milei como chaleco de mono.
– ¿Por qué hacés la denuncia?
– Hago la denuncia porque me siento indignada por lo que pasa con la juventud del espacio de Milei. Estamos siendo dejados de lado.
– ¿Qué irregularidades destacás en específico?
– Denuncio cosas que no están bien en el frente. Desde cómo se eligen las candidaturas hasta cómo ponen a las personas en los cargos que hay. El lugar que se le da a la juventud y la desorganización que hay en el frente. No hay orden ni seriedad.
– ¿Qué te prometieron y qué fue lo que pasó?
– Nadie me prometió nada. Ni un cargo ni nada. Creo que en todos los espacios políticos se tiene que dar desde la meritocracia. Acá no ocurre en muchos casos. Ponen mucha gente a dedo. Está muy mal.
– ¿A qué te referís con favores sexuales en busca de cargos?
– ¿A qué me refiero con favores sexuales en busca de cargos? Es básicamente que hay un grupo de mujeres -dos rubias y dos morochas- que suben fotos sin ropa y están en lugares importantes sin ningún mérito. Es indignante. Tengo que decir que esas personas no son idóneas, pasaron por encima de mucha militancia.
– ¿Cómo fue la situación que nombraste con el abogado de Milei?
– La situación con el abogado de Milei fue muy fea. Se habló de ir a tomar un café pero terminamos en un auto. Me apretó para que le dé mis militantes. Me dijo que no iba a llegar a nada en el espacio y que como Javier no le había pagado, le iba a pagar con un lugar en la lista. Supuestamente Javier le dijo que tenía que armar algo en términos de estructura política. Él quiso robarme la militancia.
– ¿Qué imagen te queda de Javier Milei luego de lo sucedido?
– Hasta el último momento hablé con Javier y fui leal. Le traté de transmitir mis inquietudes y siempre fui directa. La imagen que me queda es que creo que tiene que aprender a escuchar. Sus ideales son muy buenos, pero no estoy segura de cuánto pueda dirigir un frente con todo lo que ocurre y cómo él se maneja. Creo que hemos sido leales los jóvenes, pero él no con nosotros. Se genera un quiebre importante.