Los sufridos vecinos del casco histórico de Iquique Glorioso de un día para otro, pasan de la mediana tranquilidad a la contaminación acústica de las nuevas edificaciones. Empresas constructoras que no tiene ningún respeto por el descanso del barrio.
Este problema afecta a los vecinos de Patricio Lynch, entre J.J.Pérez y Riquelme, que tienen que soportar ruidos molestos de las obras de una nueva edificación el el sector.
No se trata de detener el progreso, menos las mejoras a las ciudad, pero hay límites y de horas para los trabajos. Acá la muni de Iquique debe colocarle el cascabelal gato y fiscalizar si cumplen con la ordenanza municipal, que tiene horario tope parta este tipo de obras.
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