Mucha pega política tendrá el Delegado Presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros.
Un logro inicial fue frenar la pataleta de un bloqueo en rutas de Iquique, Alto Hospicio, además Pozo Almonte, por promesas no cumplidas y realizadas por el gobierno pasado.
Ahora tiene, junto a la delegada del Tamarugal, la pega de la crisis migratoria y la figura del alcalde Javier García, que no pertenece a la alianza de gobierno.