La masiva llegada a la región de Tarapacá de extranjeros, lo cuales ingresan por pasos no habilitados, originó en los últimos días una serie de reacciones, que van desde la xenofobia a actos de humanitarios y sanitarios como el operativo implementado por las autoridades regionales, como llevar a los cientos de desplazados a cumplir cuarentena en albergues habilitados en Iquique.
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Lorena Zambrano.[/caption]
Sin embargo, una declaración pública del Colegio Médico llama la atención por el tenor de su pedido a las autoridades, como es “mano dura” con el control fronterizo y que los albergados una vez terminada la cuarenta en los recintos habilitados regresen a su país. Un contenido, que se podría decir explosivo, para las características de un gremio de vocación humanitaria.
Esta petición originó preocupación en la Asamblea de Migrantes y Promigrantes (Ampro), que en voz de una de sus dirigentes, Lorena Zambrano, manifestó que los médicos no deberían “estar en una postura de decir quién tiene que irse (del país)”.
“Creo que ellos deben ser un ente intermedio, como el hospital, la Cruz Roja, que son establecimientos médicos para salvar vidas, para salvaguardar la salud. No están para dar una crítica tan extensa, díganme que les faltan insumos médicos, pero no me vengan a decir que los extranjeros están demás y tienen que irse”, manifestó Lorenza Zambrano.
Para la dirigente la llegada de extranjeros a Tarapacá, en especial venezolanos, es por la crítica situación política que vive el país caribeño. Además, agregó que la pandemia está originando este tipo de migración, no solo en Chile, sino que a nivel mundial.
“Ellos vienen huyendo del hambre, de las cosas que carecen en su país, hay un problema en Venezuela que jamás se había visto (…) ahora ellos están saliendo de su país porque se mueren de hambre. Entonces como se puede decir que se van a mandar de vuelta”, precisó Lorena Zambrano y añadió que se “estaría mandando a la jaula de los leones”.]]>
