El ambiente político en Iquique anda más movido que un toldo en la playa. Militantes del Partido Nacional Libertario han sacado los trapitos al sol, acusando que el coordinador regional, Cristián Rivera, estaría inscribiendo ciudadanos venezolanos en el Servel de manera dudosa.
Según denunciaron a la directiva nacional, Rivera y su pareja, Sarait Vera, habrían estado metidos en procesos de regularización de migrantes venezolanos, lo que despertó sospechas entre los propios miembros del partido. Además, la interna libertaria está al rojo vivo porque, según los denunciantes, las reuniones del partido se han convertido en espacios cerrados donde un grupo selecto toma todas las decisiones. Radio Paulina informó sobre estas acusaciones, señalando el malestar dentro del partido en la región.
Uno de los puntos más curiosos es que «La Picada del Pescador», el restaurante de Rivera, habría servido como centro de operaciones del partido. Vamos, que hasta en la política parece que hay menú fijo.
Ahora, la gran pregunta es si aquí hay un delito. Si se comprueba que hubo inscripción de militantes con documentación irregular, podríamos estar hablando de una infracción electoral seria. El Servel es tajante en estos temas y cualquier intento de alterar el padrón puede derivar en sanciones.
Por ahora, la directiva nacional del partido no ha dicho ni pío sobre el tema, pero la controversia ya está encendida en el ámbito local. Según Radio Paulina, los exmilitantes que denunciaron el caso aseguran que la situación ha generado un quiebre dentro del partido y que están evaluando tomar acciones para que se investigue a fondo.