No hay edad para nadar
Definitivamente, la playa no es solo un privilegio de los jóvenes. Así lo demostró está madura pareja, que lejos de quedarse observando el paisaje bajo un quitasol, se aventuró en las tibias aguas de Cavancha., demostrando de paso ser ambos muy buenos nadadores. La joven que los observaba curiosa cambió su primera impresión al percatarse de la pericia de los abuelitos para sortear las olas.
Fuente El Nortino
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• La pregunta queda en el aire, veinte años después, ¿qué será de la señorita de la foto? Puede que sea iquiqueña o por esos años haya sido una turista.