Un discreto silencio ha mantenido la Iglesia Católica durante estos años y no había opinado sobre el ‘Estallido Social’ y otros temas como la violación a los derechos humanos, tal como la hacía en décadas pasadas colocando la moral frente a materias como el divorcio, eutanasia, el aborto, el uso del condón y los métodos anticonceptivos, entre otros.
Una iglesia sumida en casos de abusos sexuales a menores cometidas por curitas con cara de hombres buenos, los que – en algunos casos- la alta jerarquía eclesiástica tejió redes de protección y los envió a rezar como penitencia de los delitos cometidos.
Pero, ayer resucitó a través del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile que cuestionó el anuncio del Presidente Sebastían Piñera de colocar urgencia al proyecto de ley del “Matrimonio Igualitario”.
“Los que seguimos a Jesucristo como salvador y señor y nos guiamos por su enseñanza, sostenemos la certeza de que el matrimonio establecido y querido por Dios es sólo entre un varón y una mujer, comunión que gesta vida y fundamenta la familia”, señala la nota de prensa de la conferencia Episcopal.
Más adelante la carta envía un mensaje a los parlamentarios: “Esperamos que estas palabras puedan ayudar al discernimiento de quienes ejercen la responsabilidad de legislar y de todas las personas que buscan el mayor bien para quienes vivimos en Chile”.