Para empezar, en nuestro país la pichanga como tal tiene dos versiones, una sureña que se le denomina “Pichanga Fría”, que se compone de queso, queso fresco, salame, jamoncito, mortadela y a veces su paltita, todo esto cortado en cubitos, además en algunas partes le agregan pepinillos, aceitunas y otros embelecos, que generalmente se consumen como parte de una charla que combina con vino o traguitos a gusto.
Resulta que la guía Taste Atlas, conocida por sus rankings de comida del mundo mundial, destacó la lista de los “100 peores platos peor calificados del mundo», basándose en 227.643 calificaciones de su audiencia, a la Pichanga.
Nuestra querida Pinchanga obtuvo el lugar 92 del mentado ranking.
La otra Pichanga que se sirve en el norte es con una base de papas fritas, cebolla, trozos de carne, pollo, chorizo y un par de huevos (cuando los huevos son revueltos tiene otro nombre: chorrillana).
Como recomendación damos una picada, donde las pichangas están para chuparse los dedos, el Bar Curupucho.