La elección de Robert Francis Prevost como Papa León XIV está originando alegría en el mundo católico, pero su imagen viene precedida de polémica debido a las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales en la Iglesia. Diversas organizaciones han señalado que, durante su gestión como Obispo de Chiclayo, Perú, habría protegido a sacerdotes denunciados por delitos sexuales y omitido investigaciones internas para evitar repercusiones.
Según un informe publicado por InfoVaticana, más de 40 páginas de documentación y testimonios respaldan las denuncias contra Prevost, quien habría trasladado a sacerdotes acusados sin aplicar sanciones ni informar a las autoridades civiles. La organización Survivors Network of those Abused by Priests (SNAP) también presentó una denuncia formal ante el Vaticano, alegando que el nuevo Papa permitió que clérigos acusados de abuso permanecieran en ministerios cercanos a menores sin restricciones.
En Perú, tres víctimas enviaron una carta al entonces Papa Francisco denunciando la falta de acción de Prevost en casos de abuso dentro de la diócesis de Chiclayo. Según ellas, no se tomaron medidas cautelares ni se abrió una investigación adecuada, lo que permitió que los agresores continuaran ejerciendo sus funciones sin consecuencias.
El medio Cuarto Poder reveló que tres mujeres denunciaron públicamente haber sido víctimas de abuso sexual en contextos eclesiásticos cuando eran niñas. Según el reportaje, llevaron sus denuncias al entonces obispo Prevost, quien las ignoró y permitió que los agresores continuaran ejerciendo sus funciones. En algunos casos, los sacerdotes implicados incluso reconocieron los abusos ante Prevost, pero las denuncias fueron archivadas sin sanciones.
Por su parte, Emol informó que la diócesis de Chiclayo negó las acusaciones contra Prevost, asegurando que los casos fueron derivados a la Santa Sede. Sin embargo, no se conoció ninguna sanción canónica contra los abusadores, lo que ha generado críticas sobre la falta de transparencia en el manejo de estos casos.