El director de Adimark dice estar sorprendido por la poca difusión que tuvo el sondeo de este mes -en que volvió a caer la aprobación del Gobierno- en medios de prensa escrita.
El presidente de Adimark, Roberto Méndez, analiza para “El Líbero” la última encuesta de septiembre, que mostró una caída en la aprobación de la Presidenta (47%), del Gobierno (42%), y un alto rechazo a las reformas tributaria y educacional, aunque también a la Alianza.
-A su juicio, ¿qué fue lo más relevante de la encuesta de septiembre?
Entre junio (58%) y septiembre (47%), la Presidenta ha perdido 11 puntos en la aprobación, y ha ido subiendo la desaprobación. Creo que la explicación fundamental se refiere, en primer lugar, a la economía. La desaceleración les está llegando a las personas, el aumento del desempleo, y eso tiene relación con la aprobación del Gobierno. En segundo lugar, el tema de las reformas ha sido más difícil y complejo de lo que se había planificado, y las dos reformas principales, educación y tributaria, tienen más desaprobación que desaprobación. En tercer lugar, septiembre fue un mes marcado por la bomba en la Escuela Militar, eso creó temor y afectó la aprobación. Las cosas cambiaron para el Gobierno cuando hubo detenidos, lo que generó un clima distinto. La primera quincena fue muy negativa y en la segunda quincena mejoró un poco. Llama la atención que, a pesar de que las dos reformas tienen una visión más negativa, da la impresión que tendió a moderarse la actitud de la gente, e incluso el ministro Eyzaguirre subió 6 puntos. Eso me hace pensar que el factor clave que influyó en el clima en septiembre fueron las bombas.
-¿Qué tendencia de aprobación ve para la Presidenta, tras estos tres meses de caída? ¿Tocó fondo o aún podría caer más?
Creo que si uno tomara las tendencias históricas estacionales, octubre debería ser mejor para el gobierno. Deberíamos ver una recuperación más consistente. La comparación de la segunda quincena de septiembre mostró eso, salvo que la seguridad se eche a perder o que la situación económica se vuelva más compleja. El hecho de que los proyectos emblemáticos, como el tributario, estén saliendo de la discusión pública, debería mostrar una tendencia a la mejoría en la aprobación, pero todavía es muy temprano. La tendencia histórica muestra que julio y agosto son más complejos para los gobiernos, y después deberíamos ver una recuperación.
-Llama la atención que el 50% de los encuestados se identifica con el Gobierno, pero sólo lo apoya el 42%. ¿Por qué?
Los adherentes están siendo más críticos. Hay un fenómeno, y es que el Gobierno pierde aprobación, pero eso no es capitalizado por la oposición, que no está beneficiándose de esta caída, sino que los que se identifican con el Gobierno son críticos de cómo se maneja. Ello muestra que el Gobierno está teniendo problemas, no solo en sectores opuestos, sino al interior de la gente con la que se identifica, y eso muestra la difícil tarea que tiene para sacar adelante su programa y cumplir expectativas tan diversas.
-¿A qué atribuye la pérdida de apoyo al Gobierno del 10% en la clase media?
Claramente, el Gobierno ha perdido apoyo en la clase media, y eso se relaciona con las expectativas negativas de la reforma tributaria, que el 60% cree que la afectará, y la educacional, que golpea también mayoritariamente a la clase media, que usa la educación particular subvencionada. Hay problemas en la relación del Gobierno con la clase media, porque faltan mensajes positivos.
-¿Por qué hizo un corte quincenal en la encuesta? ¿Lo seguirá haciendo?
En general, no hacemos ese corte quincenal sino sólo cuando se produce algún evento extraordinario. Lo hicimos para el 21 de mayo para evaluar el antes y después del discurso, y para el 18 de septiembre, pero no es algo que vamos a hacer todos los meses
-La cobertura de la encuesta en los diarios escritos fue más baja respecto de otros meses. ¿Lo sorprendió?
La cobertura que tuvo la encuesta mensual en los medios sociales, radios, en los mismos diarios digitales fue realmente extraordinaria, pero me sorprendió que en la versión escrita de El Mercurio y La Tercera la encuesta tuviera poca cobertura. No sé cuál es la política editorial de los diarios con respecto a estos datos. No tengo respuesta, hay que preguntarles a ellos. Imagino que es parte de política editorial. En realidad, me resulta difícil de entender, porque me ha pasado que después la mayoría de los columnistas de esos diarios usan la información de la encuesta para analizar la realidad, y cuando entrevistan a personeros del Gobierno se refieren a datos de la encuesta. Hay una cuestión editorial que ojalá explicaran.
Fuente: EL LIBERO