Por FRANCISCA CABELLO
Transcurrieron los años 60 y Chile pasaba por la experiencia de un gobierno Demócrata-Cristiano (1964 – 1970) en manos de Eduardo Frei Montalva, y lo que caracterizó esta época fue la transformación social que dio cabida a la Reforma Agraria y las relaciones extranjeras con la chilenización del cobre.
Paralelo al nuevo sustento económico chileno (cobre), crecía un área que hasta ahora, ha mostrado grandes avances: la salmonicultura. Los primeros salmones (coho) que llegaron al país fueron en 1921, y hasta 1973 se fue implementando tecnologías pioneras para ir cultivando diversas especies marítimas propias geográficamente.
Un año más tarde hubo un cambio en el rubro de esta industria con el cultivo de la trucha arco iris. Hasta 1978 toda la producción salmonera venía de inversión privada, hasta que en el mismo año se creó la Subsecretaría de Pesca y el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), gracias al aporte del Estado.
En la década del 80, un grupo de empresarios apostó por la cultivación del salmón en Chile, y desde allí hasta la actualidad, la producción supera las 800 mil toneladas, lo que representa al 36% de la exportación de alimentos del país, y el 3,7% de las exportaciones chilenas, o sea el tercer mayor exportador.
Importancia de la actividad:
Hasta hoy se han creado 44 medidas sanitarias para la autorregulación y trabajo público-privado, las que permitieron, por ejemplo, modificaciones en la Ley de Pesca. Este gremio se ha convertido en el segundo mayor exportador de salmones a nivel mundial, después de Noruega.
La Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G es la más grande empresa de Chile en este rubro, está conformada por 50 socios pertenecientes a compañías nacionales y multinacionales, todas privadas. Estos socios productores representan el 85% de la producción total nacional.
Además, produce más de 78 mil puestos de trabajo entre las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Aysén y Magallanes; de estos, 35 mil son directos. El 30% de estos empleos (directos) corresponde a mano de obra femenina, lo que refleja un crecimiento respecto del período previo a la crisis sanitaria, cuando la participación de la mujer era menor, en consecuencia, se ha convertido en la máxima actividad económica del sur con el 80% del PIB desde la X Región en adelante.
El 41,3% de los empleos corresponde a jóvenes hasta 30 años, lo que ha contribuido a reducir la tasa de desocupación en las regiones donde opera la salmonicultura. Según el encargado de comunicaciones de SalmónChile A.G, José Valdés, “el 67,5% del empleo que genera el sector salmonero chileno es con contrato indefinido, y los trabajadores reciben un sueldo superior al ingreso mínimo mensual, llegando a los 330 mil pesos por bonos y gratificaciones”.
Con todos estos antecedentes y aspectos positivos que entrega la salmonicultura a Chile resalta una pregunta ¿Por qué Chile no invierte (estatalmente) en la industria?
Hoy el panorama es diferente, la minería se ha visto afectada ya que la economía llegó a sorprender hasta a los más pesimistas, creciendo en mayo un 0,8% según el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), el peor desempeño desde agosto de 2014 que fue de 0,5%, y todo esto teniendo en cuenta que en promedio se apunta entre el 1,3% al 1,9%.
Pero la industria salmonera no se ha visto influenciada por este bajo crecimiento económico, y la proyección que tiene esta actividad a corto y largo plazo es la misma de ahora, que es un tercio de la producción mundial. No tienen pretensiones de exportar cada vez más, pero sí de mantener una estabilidad en el mercado para seguir sustentando a las regiones que beneficia, aseguró el gerente general de SalmónChile A.G, Felipe Manterola.
Etapas de producción:
Todo esto se realiza para tener un mejor tiempo de desove y así obtener un aprovechamiento máximo del producto.
Ciclo de vida del salmón: ovas – alevines – juveniles – adultos – reproductores.
1. Fertilización: de las ovas de hembra y el semen de macho resulta la ova fertilizada.
2. Incubación: maduración hasta el estado de “ova ojo”.
3. Eclosión: los alevines pueden empezar a nadar junto a sus sacos vitelinos.
4. Alevinaje: los alevines crecen hasta convertirse en salmones jóvenes.
Luego de los 11 meses de gestación, los salmones son llevados a aguas saladas y es trasladado en camiones con sistema de oxígeno; posteriormente es llevado a los puertos de Aysen, Los Lagos o Magallanes, los peces son dirigidos a un barco que llega al centro de cultivo y los deposita en las balsas jaula, estos pasan desde 15 a 18 meses hasta que son cosechados.
Son llevados a una embarcación y los trasladan desde una bomba hasta la planta de proceso, estos llegan vivos, se faena y se transforma en el producto (filete, ahumado, entero o en trozos).
Rutas de exportación:
En la planta existen dos posibilidades: el salmón fresco o congelado. Si sale fresco su destino será EE.UU (un tercio de la producción de Chile) o Brasil (15% de la producción) que son los principales mercados; si es un salmón congelado se deriva a Japón (un tercio de producción) y Rusia (10%). El puerto más usado es el de San Vicente en la VIII Región, hasta el puerto de Tokio o al de Rusia.
“Nunca llegará al nivel de exportación del cobre porque son magnitudes muy distintas, pero es una actividad que se proyecta a los porcentajes actuales y hace que el sector sea muy atractivo”, sostuvo Felipe Manterola.
Esta industria ha pasado por problemas en la exportación, pero “el mayor fue la del virus ISA (2007-2010), donde se perdió la mitad de la producción y de los empleos, virus que venía desde los países productores de salmón del hemisferio norte, hoy el modelo productivo cambió y el virus se controló” aseguró Felipe Manterola.
En la actualidad, la industria del salmón está ampliamente certificada bajo los más altos estándares internacionales, entre los que se destacan las reconocidas certificaciones Global Gap, BAP y OHSAS 18001, que permiten la comercialización de los productos chilenos en más de 70 mercados alrededor de todo el globo terráqueo.
La producción salmonera si bien no está constante crecimiento, porque no lo tiene como objetivo, se ha mantenido como una economía muy estable a comparación de los cambios que han tenido otras empresas exportadoras, como es el caso de la minería y el comercio mayorista.
Aunque sólo tiene una ganancia de 4.500 millones de dólares anuales, comparado con los 40 mil millones que aporta el cobre, el salmón es un producto que ha sido tratado de buena manera en nuestro país, con las licencias adecuadas para su buen mantenimiento y producción. No está lejos de las 960 mil toneladas exportadas por Noruega, así es que el día de mañana puede llegar a ser el primer exportador de salmones del mundo.