La marca de celulares Samsung pidió a los dueños de sus teléfonos Galaxy Note 7 que dejen de usarlos o que los cambien por el riesgo de que exploten. La compañía surcoreana reclamó 2.5 millones de aparatos la semana pasada luego de recibir reportes de las pilas del celular “explotando” durante o después de ponerse a cargar. La manufacturera más grande de telefonía móvil en el mundo dijo que reemplazará todos los teléfonos que les entregaron a partir del 19 de septiembre. La empresa dijo que defectos en las baterías hacían que los teléfonos se encendieran, pero que era difícil precisar cuáles estaban afectados entre los vendidos. En un comunicado, el gigante tecnológico expresó que la “seguridad de nuestros clientes es una absoluta prioridad”. “Hasta que se proporcione un aparato de reemplazo, Samsung les pide a todos los clientes con un Galaxy Note 7 que apaguen su celular y lo devuelvan al lugar de compra lo antes posible”, añadió el mensaje.