NELSON MONDACA I.

nmonijalba@gmail.com
En el día de ayer, domingo 21 de noviembre, fue un día de elecciones para nuestro país. Elegimos diputados, consejeros regionales, senadores en regiones pares y Presiente de Chile.
A estas alturas el día de ayer, la gran mayoría de los chilenos y chilenas, creo que ya tenían su decisión ya tomada.
Tengo la impresión que diversos medios de comunicación de la capital, esta vez, han jugado un rol pocas veces visto. Más que informar, han confundieron a la opinión pública. No es cosa menor tener la existencia de 5 varones y una (1) mujer compitiendo por llegar a la Moneda. Por lo mismo, la existencia de 6 candidatos contribuye a una mayor “oferta de ideas programáticas”. Lo que induce a una mayor dispersión y división de objetivos políticos, perdiendo atracción los mismos candidatos/da.
Lo que hace jugar un papel muy importante al “lenguaje”. Retrocediendo en el acontecer del día. Mientras no se cometieran errores no forzados y surgieran vacilaciones acerca de sus programas, entonces, se capitaliza y se mejora la figura presidencial.
De todos modos, simultáneamente ocurre un juego de “acercamiento – alejamiento” de la audiencia con determinado candidato. De modo que tenemos algunas estadísticas que andan por los cielos y otras veces, por el suelo. En este panorama, en vez de tener certezas, tenemos más incertidumbre, ya que “no le achuntan” nunca. Por lo mismo, los pronósticos cuantitativos quedan completamente desacreditados. Para que hablar de las “encuestitas” que ciertos grupos económicos manejan a favor del candidato que defiende sus mezquinos intereses.
Prosigamos. En efecto, todos los candidatos siempre piensan que “van a ganar” y se tienen mucha confianza. Pero seamos objetivos. Los que invirtieron más recursos, mejores amigos de programas de radios, o contrataron espacios de propaganda y tuvieron reportajes especiales de diarios y por último llegaron con sus afiches, a campamentos y poblaciones, sin dudas, tuvieron más ventajas de ganar sobre aquellos que no tuvieron las mismas posibilidades.
Pero así son las elecciones. No siempre ganan los mejores y los que merecen estar en un cargo público. A veces, por disposiciones de nuestro régimen electoral, llegan al poder quienes obtuvieron votaciones más bajas. Una vez en el cargo político, actúan según las ideologías partidarias, en contra del interés Republicano. Les importa un carajo las injusticias de las AFP’s, la extrema pobreza y la vulneralidad social. Ejemplos de esta distorsión electoral, nos sobran.
Sea como sea, el pueblo los lleva a la cima del poder político. Para bien y/o para mal, serán nuestras autoridades. La marcha y progreso de nuestras ciudades y regiones, dependerá de ellos. Por eso es muy importante que la mayoría de los chilenos cumplan siempre con este deber cívico. Saber votar y elegir muy bien. De nosotros los ciudadanos dependerán la marcha y el futuro del país. Cada uno de nosotros tiene el legítimo derecho a tener sus propios pensamientos y sentimientos.
A mi manera de ver las cosas, me hace más sentido la política cuando la clase trabajadora sea digna de recibir el amor y bienestar del Estado. Cuando en este país, donde, el Artículo 1° de la Constitución Política de la República dice “las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Continuamos leyendo, Inciso segundo, “La Familia es el núcleo fundamental de la sociedad.” De verdad en el plano laboral, parece letra muerta o un mal chiste. Abogamos por el sentido común de esta norma, para que la Familia de verdad tenga el derecho fundamental de la felicidad y ésta responsabilidad esencial de nuestra sociedad esté garantizada en la nueva Carta Magna. Nada debería estar por encima de este principio Constitucional.
En tal sentido, no da lo mismo vivir en la máxima riqueza que vivir en la pobreza esclavizada. No da lo mismo tener un gran título universitario, trabajando para el Estado sin tener el espíritu y vocación del servicio público. Burócratas de la política que se han enriquecido a costa de la explotación del pueblo chileno.
Me parece que la propaganda electoral, no ha terminado. Toda vez que la máquina de la “campaña del terror” orquestada por el Gobierno nunca cesó. A toda hora, lanzan sus análisis económicos y políticos. La campaña del miedo, de la “incertidumbre política” y del panorama oscuro que nos espera el próximo año 2022. Fueron y son mensajes subliminales a la población con la única intención de someterla al “temor y miedo”. Viejos trucos provenientes de la “guerra fría” entre capitalismo y socialismo de mediados del siglo XX. ¡No! y no. Chile aprendió del pasado y la dictadura de Pinochet, fue el peor ejemplo.
Ahora mismo, se acaba de zafar el Presidente Piñera de una acusación constitucional, solamente porque en el Senado, no se tenían los dos tercios (2/3) de la oposición. Por lo que la minoría del oficialismo, esta vez, votaron disciplinadamente en contra de lo aprobado en la Cámara Baja. La verdad a veces duele mucho.
Los problemas de la “campaña del terror” es que siempre terminan por desnudar verdades y secretos de quienes ostentan el poder. El modelo económico y político impuesto a Chile, se desmoronó por su propia avaricia, la corrupción, el aumento de las injusticias distributivas y la mayor miseria humana. Esta es la gran razón por lo que ésta “campaña del terror” no afloja ni un milímetro. Están, fuera del radar y el pueblo nuevamente les dará otra paliza electoral.
En cuanto a la Presidencial, cada uno sabrá por quien votó. Tuvimos la soberana libertad de elegir. Algo muy preciado en democracia. Lo hicimos según. el pensar de cada cual. Yo les digo, también tuve mi preferencia, siguiendo los dictados de mi conciencia y de mi corazón de clase pampina y obrera. Usted, amigo lector y amiga lectora, que fue a votar y también sufragó por sus preferencias. Después se fue a su casita y disfrutó de la compañía de sus seres amados. Bien de eso se trata la democracia. Ya mañana habrá tiempo para otros análisis, acerca de quienes ganaron y/o perdieron. Después, nos veremos, porque la vida continua… ¡Gracias, a todo el personal del Servel, a todas las personas e instituciones que trabajaron para tener elecciones en paz, seguras y confiables!
Nota: Esta columna se terminó de escribir al mediodía del Domingo 21.11.2021.