Chile se posiciona como el país con mayor sobrepeso y obesidad entre los miembros de la OCDE, situación que empeora en invierno. Con la disminución de las temperaturas y días más cortos, los chilenos tienden a cambiar sus hábitos alimenticios y disminuyen su actividad física. La nutricionista de Clínica Tarapacá, Paula Heredia, explica cómo hacer frente a esta época y cuidar nuestro organismo.
Con días más fríos, la sensación de apetito por comidas más calóricas aumenta, por lo que sopaipillas, panes amasados o calzones rotos, se toman nuestras mesas. Esta situación, sumada al sedentarismo –que alcanza a un 80% de la población de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud-, ha llevado que, en promedio, los adultos en Chile aumentan entre 3 y 5 kilos durante el invierno.
“Durante el invierno, el aumento del frío provoca que el cuerpo busque mantenerse en equilibrio para seguir funcionando, buscando formas de obtener energía y mantener así su temperatura”, explica la nutricionista y coordinadora del Área de Alimentación de Clínica Tarapacá, Paula Heredia.
“Por eso, muchas personas sienten la necesidad de comer dulces o harinas blancas. Sin embargo, hay que estar atentos. Los alimentos muy calóricos y en mayor cantidad, no nos proporcionan los nutrientes que nuestro organismo necesita y además nos hacen subir de peso. No hay que comer de más, hay que comer distinto”.
Esto es especialmente preocupante si consideramos que un 75% de la población en Chile tiene sobrepeso u obesidad, siendo el país con más casos de este tipo entre los países miembros de la OCDE.
Si bien es efectivo que en invierno el cuerpo necesita calorías extras para enfrentar el frío, lo cierto es que estas deben ser buenas calorías para que beneficien al organismo. “Es por ello que confundimos el concepto de que en invierno debemos comer más, y en consecuencia aumentamos de peso”, señala la especialista.
Para poder bajar la ansiedad de comer de forma abundante, la mejor opción es realizar ejercicios y mantenerse activo durante esta época. La actividad física no solo contrarresta el aumento en la ingesta de calorías, sino que también mejora el ánimo y el sistema inmune. Asimismo, recomienda fraccionar los tiempos de comidas cada tres horas, y así evitar los atracones entre comida y grandes ingestas.
ALIMENTACION EQUILIBRADA
La nutricionista de Clínica Tarapacá explica que una alimentación equilibrada debe considerar alimentos de aporte energético provenientes de hidratos de carbono complejos tales como cereales, papas, legumbres frescas y secas, además de frutas y verduras, además de alimentos altos en fibra como cereales integrales, granos como las semillas y frutos secos.
Con respecto al consumo de vegetales, Paula Heredia apunta a que no sólo se pueden consumir como ensaladas, sino que estos se pueden consumir a través de cremas de verduras, en salteados, budín, guisos con proteínas, entre otras preparaciones.
Asimismo, y para evitar el aumento de peso, la Coordinadora del Área de Alimentación de Clínica Tarapacá recomienda:
• Realizar actividad física en casa. Los ejercicios de peso son más eficientes a la hora de quemar calorías, este es un factor de suma importancia para mantenernos saludables y evitar el aumento de peso.
• Llevar una alimentación equilibrada.
• Aumentar el consumo de proteínas, ya que logran mayor saciedad, contribuyen con la pérdida de masa grasa y atenúa la pérdida de masa magra.
• Beber al menos 2 litros de agua.
• Reducir el consumo de embutidos como cecinas, pates, salame, etc.
• Reducir el consumo de azúcares simples como snacks, galletas, y preferir endulzantes como stevia, tagatosa, alulosa, etc.
• Preferir lácteos descremados.
• Evitar el consumo de alimentos ultraprocesados y con sellos.