El Senado, luego de un proceso lleno de polémicas, aprobó este jueves una reforma constitucional que permitirá convocar un plebiscito el próximo 26 de abril para que los chilenos decidan si quieren una nueva Carta Magna o la denominación de moda “la casa de todos”, que sustituya la vigente de 1980 desde la dictadura de Augusto Pinochet.
El proyecto permite que las chilenas y chilenos elijan si quieren o no una nueva Constitución y qué tipo de órgano debería redactarla: una Comisión Mixta Constitucional o una Convención Constitucional, similar a una asamblea constituyente, donde todos los integrantes son electos por la ciudadanía.
La reforma es fruto del acuerdo alcanzado el pasado 15 de noviembre, más conocida como la “cocina” entre oficialismo y oposición para tratar de poner freno la crisis que vive el país desde el 18 de octubre.
Si el plebiscito es aprobado, la elección de los miembros de una u otra instancia se realizará en octubre de 2020, coincidiendo con las elecciones regionales y municipales, y la nueva Constitución se ratificará en otro plebiscito con sufragio universal y probablemente con voto obligatorio.
PERO…
Pero, siempre hay un pero… Por 23 votos a favor y 14 en contra, fueron rechazadas por falta de quórum las indicaciones sobre paridad de género, facilidades para la representación de independientes y cuotas para los pueblos indígenas en la conformación de una eventual Convención Constituyente.