Don Sol:
No quiero pecar de cachiporra, pero siete al hilo para mi es algo dentro de la normalidad. ¿Por qué se espantan tanto con las pepas hasta por debajo de la lengua que le hicieron a Brasil? No sé si recuerda en su niñez el cuento de la Blanca Nieves, quien vivía nada menos que con siete enanitos. ¿Alguien se ruborizó? A propósito, y qué me dice de los “Siete pecados capitales”. Más de alguno cometió Usted, me imagino.
Y ahora los filósofos del fútbol, le dan importancia al “palo de Pinilla”. Y yo pensé que solo era preocupación de la Cote López. Y si la pelota hubiese entrado… Habría sido menos humillante para los cariocas, afirman mucho. Pero no se detienen a pensar, que gracias al yerro de “Pini-ron” nos evitamos un terremoto 7.1 en la escala de Richter.
Y los grandes pensadores vuelven con el asunto de los “yeta” y muestran al Piñeira con una camiseta firmada por los troncos de la “verdeamarela”. Y lo digo con absoluta objetividad, como dicen ustedes los letrados del periodismo ¿y no se han dado cuenta de cuántos “cagázos” han ocurrido desde el 11 de marzo hasta ahora? Dos terremotos, un tsunami, un manso incendio, el palo de Pinilla, gallinas meando pa’arriba, etc.
Para olvidarme de tanta tontería, con el Larry, nos conseguimos un puesto en La Tirana con el paleteado alcalde de Pozo Almonte. Vamos a vender gorros de lana, estilo chilote. Tendrán motivos pampinos y del santuario, para diferenciarnos de los chullos de nuestros hermanos del altiplano. Esos que nos arrastran el poncho en La Haiga, y que la Señora Mishe los puso en su lugar. ¡Aniñá la veterana!
Agradezco a las autoridades lo de la Ley Seca, porque así al Larry no se le soltarán las trenzas. ¿Recuerda los tremendos cóndoros que se mandó en Brasil? Espero recuperar las lucas perdidas, pero debo reconocer que la experiencia fue macanuda.
Y del mundial pelotero, nos vamos a nuestro propio mundial, el de la fe. Y no olvide que para alcanzar siete al hilo, hay que puro darle.
Brayatan Altovicio
Reportero sin credencial en La Tirana.
