Imagínate que Chile exporta productos como frutas, cobre o vino a Estados Unidos. Hasta ahora, esos productos llegaban a los compradores estadounidenses sin un «extra» en el precio. Pero con este nuevo arancel del 10%, es como si EE.UU. pusiera un «peaje» a esos productos.
Por ejemplo, si una caja de frutas chilenas costaba $100 dólares, ahora los importadores en EE.UU. tendrán que pagar $110 dólares. Ese aumento puede hacer que los productos chilenos sean menos atractivos para los compradores, quienes podrían preferir productos de otros países que no tienen ese «peaje».
En resumen, este arancel podría afectar las ventas de Chile en el mercado estadounidense y, a largo plazo, impactar la economía chilena. Es como si Trump estuviera diciendo: «Si quieres vender aquí, tendrás que pagar un poquito más».