Por Marisabel Guerra
[caption id="attachment_102140" align="alignright" width="202"] Marisabel Guerra, especialista de dispositivos móviles de LG Electronics.[/caption] El Banco Central dio a conocer el informe de Percepción de Negocios, que reflejó la sensación de incertidumbre que existe en lo que respecta a la emergencia sanitaria del Covid-19. Si bien este estado anímico es entendible, también se abren nuevas oportunidades para mejorar algunos procesos. El actual escenario puede convertirse en una valiosa oportunidad para implementar tecnología y así, de forma extensiva, tecnologizar Chile con un sentido más amplio. La cuarentena ha demostrado que el trabajo a distancia es una opción real y recomendable, lo que no podría ser concebido sin la tecnología digital que lo sustenta. Un ejemplo de ello son las videoconferencias y reuniones por distintas plataformas, las que han demostrado las ventajas operativas del teletrabajo, así como sus posibilidades de mantener el liderazgo y productividad en los equipos de trabajo -que en ningún caso se ven afectadas por estas herramientas-. Pero no sólo el trabajo a distancia es una modalidad para seguir profundizando. La tecnología ofrece una serie de ventajas que debemos implementar a la brevedad- en especial- desde una mirada proactiva y que nos permita anticiparnos a emergencias. En este sentido, nuestro país cuenta con todas las condiciones necesarias para llevar esta tarea adelante. Uno de estos cambios es la transformación hacia las casas conectadas, que funcionan a la perfección a través de una serie de sistemas y dispositivos electrónicos que permite que, por ejemplo, la casa sea capaz de “saber” en qué habitaciones están ocupadas, y apagar la luz o regular la climatización en función de ello. Asimismo, dan la posibilidad de consumir la electricidad de los electrodomésticos, como el televisor o la lavadora de manera mucho más inteligente. Los dispositivos de la casa inteligente pueden calcular en tiempo real el consumo de estos artefactos y, de esta forma, programar el apagado y encendido de la TV o decidir si la lavadora de ropa funciona de día o noche para optimizar costos. Estas viviendas inteligentes son capaces de saber todo a través de Internet. Incluso reconocer el momento en que el dueño de casa va a llegar y así adelantarse a encender automáticamente el aire acondicionado o la calefacción. Facilita completamente el día a día en el hogar, sobre todo pensando en lo engorroso que puede resultar hoy el diario vivir por una emergencia sanitaria, donde el aporte que este tipo de tecnología puede brindar es evidente. En definitiva, la tecnología no sólo nos permite resolver las dificultades que otros factores nos presentan, sino también ayuda a facilitar nuestras vidas; incrementando significativamente los procesos productivos. Automatización de la industria y los servicios, telemedicina, casas conectadas, tecnoeducación o teletrabajo son sólo algunos de los valiosos aportes que se pueden comenzar a implementar de forma programada, y no sobre la marcha. Es el momento de tomar esta oportunidad y avanzar progresivamente en tecnologizar nuestro país, lo cual podría beneficiar a todos en un futuro no tan lejano si se impulsa su adopción.
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