A raíz del trágico en la Escuela de Caballería Blindada, el Ejército determinó revisar sus protocolos y procedimientos de evaluación sicológica del personal en todo el país, tras la balacera que se produjo en la Escuela de Caballería Blindada de Iquique y que costó la vida a tres funcionarios de la institución.
Así lo ratificó el comandante en jefe (s) del Ejército, general Schafik Nazal, tras asistir esta mañana al responso fúnebre del soldado conscripto Marco Antonio Velásquez González, quien había protagonizado un intento de suicidio en diciembre pasado y este sábado mientras cumplía labores como centinela dio muerte con su arma de servicio a dos de sus superiores y, luego, se quitó la vida.
El general Nazal insistió en que el Ejército ha brindado apoyo a las tres familias por igual. “La muerte de Marco nos consterna tanto como la de los dos suboficiales. Él tomó una decisión drástica, quizás no estaba en sus cabales. Nosotros no lo vamos a juzgar”, subrayó.
Sobre los problemas sicológicos que presentaba el soldado, el comandante en jefe (s) reiteró que tras ser dado de alta por el Servicio de Siquiatría no se entregaron recomendaciones y sugerencias de medicamentos, que les permitieran haber tomado una medida de precaución. “Cuando los especialistas en siquiatría nos dijeron que estaba dado de alta sin ninguna restricción, quizás nosotros no tuvimos la previsión de no hacer caso de eso y tomar otras medidas”, aseguró.
En ese sentido, el general Nazal confirmó que se están adoptando una serie de acciones para que este tipo de casos no se vuelva a repetir y una de las más inmediatas, es la revisión de los exámenes sicológicos que se les aplican a los soldados cuando ingresan al Ejército. “Este es un examen escrito, vamos a revisar si tiene la profundidad que nos pueda alertar de potenciales situaciones como ésta. Todos los años recibimos más de 11 mil conscriptos en todo el país y debemos estar muy atentos a todo lo que pasa. Esperamos que también la investigación que se desarrolla nos arroje más antecedentes, donde le pedí personalmente a la familia de Marcos que declaren voluntariamente en ella, ya que ellos pueden tener indicios más claros de qué fue lo que gatilló este hecho”, afirmó.
Los restos del soldado Marcos Velásquez serán trasladados a Arica y cremados. En cuanto al cabo Pedro Benavides y el sargento Fernando Zamorano, los sepultarán en Iquique y Chillán, respectivamente.