El resultados del plebiscito fue un duro golpe para la ultra derecha y parte de la derecha chilena, que durante las últimas semanas tiró toda la carne a la parrilla para que la opción de A Favor fuera aprobada. Pero en esta empresa no estaba toda la derecha, el sector estaba divido con renuncia y recriminaciones.
Pero la derecha no da puntada sin hilo y rayó la cancha para bloquear otro proceso para cambiar la Constitución de Pinochet (ahora no de Ricardo Lagos).
En primer lugar, el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya reconoció a derrota y le envió un mensaje al Gobierno para no celebra, además hizo hincapié que nos seguía rigiendo la Constitución del año 1980.
«Una mayoría de los chilenos y chilenas hoy día dijo libre y soberanamente que se opone a una nueva Constitución, pero tiene algo muy relevante: que se ratifica ya por segunda vez la Constitución vigente. La Constitución actual sigue vigente y así lo ha decidido el país y es una decisión de la democracia que nosotros le vamos a exigir también a los impulsores del En Contra, que tienen todas las lógicas donde celebrar. Para cualquier persona que esté imbuida hoy día en la política, es algo que a nuestro juicio no corresponde”, dijo Macaya.
Más tarde, el líder de republicanos en una puesta en escena con risas forzada que no logran cubrir las caras largas por la derrota, también llamó a l Gobierno a no celebrar. “No hay nada que celebrar, el daño que ha sufrido Chile es gigantesco”, dijo y llamó a trabajara a contar de mañana para resolver los problemas de la gente.