Nelson Mondaca I.*
Después de la cuenta pública, el presidente Sebastián Piñera realizó algunos cambios en su Gabinete ministerial con el propósito de mejorar su gestión política. Las últimas encuestas de opinión nos daban a conocer una importante caída en su imagen al mando de la nación.
Cuando se trata del poder, a ninguno de los partidos de la colación les agrada perder una parte de él. En los anteriores gobiernos se le calificaba como el tan famoso “cueteo”. Desde la Moneda la primera autoridad de la nación hacía uso de plena autoridad, según su criterio nombraba a sus Ministros. De ahí corren otros nombramientos de cargos, que son transversales, partiendo desde la capital, hacia el resto del país.
De este modo los ajustes ministeriales traen cola, hacen ruido y rompe con algunos equilibrios. Son decisiones unipersonales y punto. Todo lo demás, es parte de la sinfonía política y del juego del carrusel de la silla. A veces, deja contentos a unos y a otros les toca llorar la pérdida de su cuota, pero al final, siempre se trata de la ciencia de mantener, precisamente la unidad de la colación y respaldo, en este caso, a la primera figura del Mandatario. Así que la UDI, debe retomar la senda y dar vuelta la hoja prontamente de este episodio, respetando los nombramientos realizados por Sebastián Piñera.
Otra versión de estos ajustes ministeriales, es sí son los más indicados y sí van en la dirección correcta. Por supuesto, a la oposición les parece que son más de maquillaje que de fondo. Sin embargo, para el oficialismo será todo lo contrario y corresponden a mejorar la conducción del gobierno.
Sea como sea, el país sigue su marcha. La huelga de los profesores, los trabajadores de Chuquicamata en huelga legal por negociación colectiva, ahora se pliegan las trabajadoras de la JUNJI y de INTEGRA. Mientras las AFP continúan teniendo el mayor negocio del siglo especulando con los ahorros previsionales de todos los chilenos. Los demás, ya es cuento muy repetido por tanto tiempo, constituyendo parte de un problema endémico en un Estado neoliberal, como es el gravísimo drama de Salud que afecta a la mayoría de nuestros ciudadanos. La constitución política es casi letra muerta frente a estos derechos fundamentales.
Mientras, vemos que se hace necesario realizar reformas radicales con líderes políticos capaces de marcar las diferencias, honestos, transparentes, audaces y valientes para frenar las desigualdades, las discriminaciones y la marginación. De lo contrario seguiremos, construyendo un país donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres, en función de corrupción y falta de valores de justicia social.
Vamos directo al grano, estamos en presencia de una crisis económica y de falta de valores éticos. Solamente, se continúan aplicando ciertas medidas de parches que no enmiendan o cambian la marcha clásica y normativa de nuestra economía. Algunas nuevas iniciativas pueden ser de beneficio al comercio, entre ellas, la Zofri. Uno de los casos prácticos que ilustran la necesidad de realizar una modernización a la par del crecimiento de nuestra región. Hasta hoy el centralismo de Hacienda y la Moneda postergan su mejor desempeño competitivo. Mañana puede ser tarde.
*Nelson C. Mondaca Ijalba
nmonijalba@gmail.com