Con la medida cautelar de arraigo nacional quedaron los directivos del Club de tenis que vendieron a bajo precios los terrenos de la institución a una empresa conformada por ellos mismos y luego la traspasaron a alto precios a una inmobiliaria.
Tito Rebollo, Juan Rebollo, Sebastián Aserella, Jorge Aserella, Jorge Alvarez, Vladimir Peric y Miguel Ortuño, además del comprador de los terrenos serán investigados por delitos de falsificación de instrumento público y privados, también de administración desleal.
De acuerdo a la investigación que publica CIPER. la asamblea de socios en la que se decidió enajenar el sitio, tuvo lugar el 10 de octubre de 2019.
Héctor Rebollo, integrante de la directiva del club de tenis dijo en la asamblea que “era hora de vender el terreno. Enseguida comunicó que ya había un oferente llamado Inmobiliaria Tarapacá S.A., que ofrecía pagar una cuota en efectivo, otra a largo plazo y además traspasar, como pago principal”.
80 MILLONES
La compraventa del terreno se concretó el 23 de diciembre de 2019. La escritura señala que se pagaron en ese acto $80 millones por medio de un vale vista del Banco Internacional, y que quedaban por cobrar más de $400 millones, a cancelar en 2025 y 2030.
Tres años después, el 7 de junio de 2022, Juan Fernando Rebollo Zagal como representante de la Inmobiliaria Tarapacá (creada por socios del club) compareció en la Notaría Carlos Vila Molina, en Iquique, para concretar la segunda venta del terreno a la sociedad Inversiones Marshall Limitada, la que pagó $3.116 millones por el terreno. Es decir, seis veces el precio que había pagado la Inmobiliaria Tarapacá en 2019.
3.116 MILLONES
Sobre esta operación, el querellante Manuel Palacios, dijo en el reportaje de CIPER: “Ahí se puede demostrar de manera fehaciente que el precio entre el club de tenis y la inmobiliaria es una falacia, un cuento. ¿Cómo pueden vender algo en $500 millones y a los dos años lo venden en $3.116 millones? La única entidad que ha perdido hasta el momento es el Club de Tenis Tarapacá, porque ese no fue el precio justo”.