Este miércoles, una nueva jornada de protestas en Argentina terminó en un violento enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Desde hace meses, los jubilados se reúnen semanalmente frente al Congreso para exigir mejoras en sus pensiones. En esta ocasión, se unieron a ellos las barras bravas de los principales clubes de fútbol del país, lo que intensificó la tensión.
La represión policial en el centro de Buenos Aires fue contundente, con el uso de gases lacrimógenos, balas de goma y carros lanza guas para dispersar a los manifestantes. Uno de los episodios más graves ocurrió cuando Pablo Grillo, fotógrafo de FM La Tribu, fue impactado en la cabeza por un cartucho de gas lacrimógeno. Grillo sufrió una fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica y fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, donde permanece en estado crítico.

La protesta, que comenzó de manera pacífica, escaló rápidamente en violencia. Los jubilados, acompañados por hinchas de clubes como Boca Juniors, River Plate e Independiente, coreaban consignas contra el gobierno de Javier Milei, mientras las fuerzas de seguridad intentaban despejar las calles. El saldo de la jornada incluye decenas de heridos y numerosos detenidos, en lo que se ha catalogado como una de las represiones más severas desde el inicio de la gestión de Milei.
La situación refleja el creciente descontento social en Argentina, donde las políticas de ajuste económico han golpeado duramente a los sectores más vulnerables.