ANDRES VILANOVA
Muchas veces pasé por el lugar camino a La Tirana o Huara, siempre me imaginé que era un gran cartel de informaciones de la autopista, pero jamá pensé que sería un homenaje a la Historia del Salitre.
Con todo respeto, si con mucho respeto, pero eso no tiene pies ni cabezas, parece un arca, una techumbre al revés, que costó 400 millones, que pagará la concesionaria, pero se descontará la Fisco.
La historia del salitre fue de rigor, bajo el sol, con injusticia social, con hombre y mujeres explotados, pero al final orgullosos de sus raíces.
Mis respeto al artista Carlos Costas Rubio, pero eso (creo) no representa a los pampino, menos a la industria salitrera.