[Imagen gentileza ITV]
Por LORENA VERGARA*

Candidata a Senadora por Tarapacá
#TarapacaTeInvitoaVotar
H-13
Recuerdo un día Sábado o Domingo en la tarde cuando estaba en ONEMI, hace 6 años atrás y teníamos una emergencia donde debíamos preparar al Director Nacional para dar su informe de impacto a los medios de prensa, de la situación que estábamos viviendo.
Cuando nos sentamos a revisar los datos, aparecían en el reporte, como algo tímido y sin mayor importancia el “pronóstico de marejadas”.
Evidentemente en Chile, el tema aún estaba en estudio, sin dimensionar su significado para nuestras localidades costeras y para los pescadores artesanales y sus familias.
Hoy, tenemos un problema serio, las marejadas son un fenómeno que llegó para quedarse y que de acuerdo a las estadísticas va en aumento acompañado de otros efectos del cambio climático como son el aumento de la temperatura del mar, efectos geográficos sobre el borde costero, etc.
Sin embargo, lo más complejo aún, es que todos los estudios y trabajos se están concentrando en la región de Valparaíso, donde incluso han construido simuladores de olas, para probar obras civiles y proteger la Avenida Perú (Viña del Mar).
Mi cuestionamiento inmediato es ¿qué estamos haciendo en nuestra región por los más de mil pescadores y sus familias que durante generaciones han vivido de la pesca artesanal? La respuesta es “demasiado poco”, el problema nos reventó en la cara, ya que actualmente, los pescadores que hace algunos años atrás podían salir al mar alrededor de 20 días al mes, hoy con suerte lo pueden hacer 5 a 10 días, sin embargo, sus costos de vida se mantienen o suben, como ocurre con cualquier familia chilena, entonces ¿de qué están viviendo?
Es en este punto donde me cuestiono el verdadero rol del Estado y de las autoridades. Los pescadores quieres y necesitan trabajar, pero dónde y cómo lo harán si su fuente laboral no produce y esto es un camino sin retorno. Me parece que estamos completamente atrasados en enfrentar el problema, habiendo tenido información desde hace tantos años para planificar en conjunto con ellos, el desarrollo de alternativas productivas que permitan a estas más de 1000 familias seguir surgiendo y buscando mejor calidad de vida. ¿Quién más que ellos, conoce bien lo que ocurre en el litoral de la Región?,¿qué productos se podrían desarrollar?, ¿qué pilotos se han hecho?, ¿qué facilidades han tenido para llevar adelante esos pilotos?, conversando con algunos de ellos, casi ninguno. Basta con ir a caleta Riquelme y ver cuántas variedades de mariscos tenemos disponibles para el consumo respecto de hace 10 o 15 años atrás y la respuesta está en los cajones de productos exhibidos para la venta, que no superan las 3 a 5 variedades.
[quote]Los pescadores quieres y necesitan trabajar, pero dónde y cómo lo harán si su fuente laboral no produce y esto es un camino sin retorno.[/quote]
Hoy los pescadores están tratando de reinventarse y trabajar de la recolección de algas, pero ¿es suficiente?, ¿tienen la tecnología para hacer de esto algo escalable?,¿es sustentable u ocasional?, casi todas estas preguntas tienen como respuesta “NO” y peor aún, recién en la cámara de diputados están haciendo ajustes legales para darles algunas facilidades.
Me parece que nuestras autoridades no pueden pasar en eventos con declaraciones de buenas intenciones al momento en que los problemas ya están causando estragos. Los tenemos hoy y no tenemos tiempo, debemos hacernos cargo ahora, con los pescadores, los científicos, técnicos y las autoridades locales, para encontrar la manera creativa de hacer que nuestros pescadores se reinventen y con toda su experiencia de vida y conocimiento de nuestro mar, puedan replantearse la forma de trabajar. Alternativas tenemos muchas: turismo, gastronomía, productos más industrializados asociados al alga, etc. El problema no es qué hacemos, el problema es que no lo hicimos cuando deberíamos haberlo hecho y las autoridades tienen el liderazgo en esto, sin embargo, aún podemos dar vuelta la situación, si ponemos el problema al centro de nuestra preocupación, por sobre el desempeño de las campañas políticas o de quién queda como autoridad local, porque el cambio climático llegó para quedarse y no sólo afectará la pesca, sino el clima de la región, la geografía, la costa, la salud, la disponibilidad de recursos hídricos que para nosotros en Tarapacá ya son muy escasos, etc.
Esto sólo es un ejemplo de los retrasos que tenemos en la región y la capacidad que estamos teniendo para enfrentarlos, los ciudadanos deben exigir a las autoridades ser responsables con los que les corresponde y el desagrado lo deben manifestar en las urnas. No es posible que una región con tanta riqueza geográfica, esté tan atrasada en su desarrollo y en las acciones concretas sobre los problemas que les afecta a los Tarapaqueños. El tiempo se acabó, pero aún podemos recuperarlo, poniendo los esfuerzos en lo que tenemos más a la mano para reforzar como fuente productiva, que permita a nuestra Región de Tarapacá recuperar la fuerza y mirar el futuro con más optimismo y yo quiero ser genuinamente parte de eso.