La investigación, publicada en la revista «BMC Medicine», se realizó sobre unas 735,000 mujeres británicas con una media de edad de 60 años, que no tenían un historial previo de problemas cardiovasculares y cuyos casos fueron seguidos durante ocho años.
El estudio concluyó que las mujeres con pareja -el 81% del total del estudio- contraían las mismas cardiopatías isquémicas que las mujeres solteras, viudas o separadas, pero su tasa de mortalidad era más baja.
Al término de los ocho años del estudio, tres de cada cien mujeres casadas murieron por problemas cardíacos frente a cuatro de cada cien que fallecieron en el otro grupo.
Los expertos de la Universidad de Oxford consideran que las diferencias entre ambos grupos se explican sobre todo por factores socio-económicos y de estilo de vida.
Aunque alertaron de que estas conclusiones no son definitivas, creen que las mujeres casadas podrían tener más seguridad financiera y más apoyo por parte de su pareja a la hora de seguir estilos de vida más saludables.
Entre otros factores, explicaron que las mujeres sin pareja son más propensas a vivir en zonas desfavorecidas, hacer menos ejercicio físico, consumir más tabaco y tener más niveles de depresión, frente a una mayor ingesta de alcohol entre las casadas.
Esta investigación se enmarca en una serie de estudios de la Universidad de Oxford sobre factores que relacionan el estilo de vida con enfermedades, entre otras el cáncer de mama, bajo el nombre «The Million Study Women».