Varias garotiñas se desnudaron en la playa de Ipanema de Río de Janeiro para demandar el derecho a hacer topless en las playas brasileñas, lo que actualmente puede ser considerado como un acto obsceno sancionable con entre tres meses y un año de cana.
La protesta, que consistió en que un grupo de mujeres mostró sus pechos durante unos minutos, congregó a un buen número de curiosos y periodistas en la emblemática playa carioca, que estaba abarrotada por ser un día festivo.
La periodista Ana Paula Nogueira, que fue quien puso en marcha el movimiento en 2013 a través de Facebook, señaló que la idea nunca fue «reunir a 8 mil mujeres» en la protesta, sino que «el asunto sea debatido».
La prohibición de desnudarse de cintura para arriba contrasta con la costumbre de las brasileñas y brasileños de usar bikinis y trajes de baño minúsculos.
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