Concretamente, los investigadores han llegado a la conclusión de que la relación sexual perfecta no debe extenderse más en el tiempo debido a que, tras pasar los 13 minutos de duración, el cuerpo empieza a sufrir agotamiento, molestias e irritaciones (algo que se suele traducir en malas experiencias).
A su vez, el estudio señala que, a nivel psicológico, no es adecuado superar este tiempo en una relación sexual. «Puede ser psicológicamente perjudicial tratar de llegar a una meta que no es razonable. Las relaciones consisten en mantener una intimidad con alguien y no en intentar establecer un récord de duración», destaca en el estudio Eric Corty, psicóloga que participó en el estudio.
Finalmente, los investigadores señalan en el estudio que, contrariamente a lo que se suele decir, una relación sexual corta es la que dura de 1 a 2 minutos; la adecuada o aceptable es la que va de 3 a 7; la deseable es de 7 a 13 minutos y, finalmente, la demasiado larga es la que se extiende de los 14 a los 30.