El Diego no pudo jugar en el Mundial de Argentina 78’, tenía 17 años durante las eliminatorias y Menotti un nublado día de mayo de ese año le anuncia que no va a la selección. Sin embargo, las miradas de los programas deportivos de la televisión y diarios argentinos dedicaban minutos de videos y mucha tinta en el papel contando las maravillas de aquel joven de Fiorito.
JCN

El “Cabezón” Sívori, exjugador de River y ligado a la selección argentina consoló aquella tarde al “Diego”, destacando las habilidades del chico: “Zurda, gambeta, atrevimiento, ‘lectura’, convicción, estética, pegada, rebeldía y gol”, le dijo el Cabezón vaticinándole que tendría varios mundiales en el futuro.
Una crónica de El Grafico relata que, tras esa conversación, El Diego pegó una patada en la muralla.
Diego Armando Maradona, nació el 30 de octubre de 1960. El “Diego” para los fanáticos de su futbol es fama universal, que mecere una iglesia “maradoniana”.
El Diego dio alegría a los argentinos con sus goles, incluso uno de mano en México 86 frente a Inglaterra. “La mano de Dios”, que todavía origina una amarga mueca en los británicos.
Si bien era muy joven para el mundial de Argentina 78, para la copa de Estados Unidos 94, tenía 34 años y un pesado prontuario como parte del Napoli, con una mixtura de adiciones y futbol, rara mezcla para un eficaz jugador.
La expresión de su cara tras un grito frente a la cámara tras un gol a Grecia en el mundial de Estado Unidos, en 1994, fue el presagio que algo pasaba con “El Diego”.
Al partido siguiente con Argelia jugó bien Maradona, y al final del duelo con los africanos, una enfermera europea lo tomó de la mano y lo llevó a una prueba de dopaje, que dio positivo colocando un broche final a la carrera del mejor futbolista del mundo.
La vida del Diego siguió dando noticias, pero nada de fútbol, hechos que dan para otra nota. Un abrazo desde Iquique, que seguro no leerá el mejor del mundo, en su cumpleaños 60.
