Cantaba Raffaella Carrà allá por 1978 que para «hacer bien el amor» había que ir al sur, pero cuando la excitación aprieta y la pasión te agarra, cualquier sitio es bueno.
Seguro que alguna vez has pensado que te encantaría hacerlo en la playa, en la terraza del hotel, en el coche… y nunca te has atrevido, ¿o sí? ¿Dónde fue el lugar más extraño en el que mantuviste relaciones sexuales?
El Confidencial se ha puesto en contacto con varios hombres y mujeres de diferentes edades para saber en qué ocasión tuvieron sexo en un espacio que normalmente no lo hubieran hecho. Si quieres pasar un rato morboso nos parece bien, pero ten mucho cuidado o podrían multarte o detenerte por delito de exhibicionismo o escándalo público
De hecho, el pasado 31 de marzo, una pareja de jóvenes fue condenada a 4.800 euros (casi 4 millones de pesos en moneda chilena) de multa y a trabajar un total de 60 horas en beneficio de la comunidad después de que fueran sorprendidos manteniendo relaciones sexuales en el interior de su coche mientras estaban aparcados en la autopista AP-68 que une Bilbao con Logroño y Zaragoza. ¡Piensa bien dónde lo vas a hacer y no pongas en peligro a nadie!
Aquí te pillo, aquí te mato
«En mi época universitaria tenía las hormonas alborotadas. A veces entre clase y clase quedaba con alguna compañera y nos íbamos a los baños. Nos daba morbo hacer algo rapidito mientras otra gente entraba y nos podía escuchar. Si nos apetecía hacer algo con más tranquilidad nos cambiábamos al otro edificio (nuestra facultad tenía el nuevo y el viejo) al aseo para minusválidos. Tenía pestillo y nunca lo usaba nadie, allí teníamos más tiempo», explica Mario.
«Hace un par de años me dio por hacerlo en mi bloque. Además de entre planta y planta (nunca sube nadie por las escaleras) me dio por hacerlo en el ascensor. Sabía que a altas horas de la madrugada nadie iba a llegar (porque viven personas muy mayores) y allí frente al espejo tuve relaciones con varias personas (no a la vez). Recuerdo una vez llegando de fiesta que estábamos en plena faena (estábamos en la quinta planta) y alguien llamó. Tuvimos que vestirnos rápidamente para que no nos pillara. Menos mal que nos dio tiempo», asegura Aarón.
«Lo he hecho varias veces en un bus. No conocía de nada al chico con el que coincidí, pero estábamos solos. Encendí una app de ligoteo y allí estaba, a unos pocos asientos delante de mí. Lo gracioso es que volvimos a coincidir en la misma línea otras dos veces y acabamos repitiendo la experiencia en todas las ocasiones», confiesa Minerva.
Cuando aprieta el calor…
«El sitio más raro donde lo he hecho es una urbanización, entre dos portales. Tenía 18 años y estaba de vacaciones con una amiga y sus padres, en su casa de la playa. Mi novio de entonces vino a verme y se instaló en un camping cercano. Tuve que escaparme a mitad de la noche y bajar a verle. Me puso a cuatro patas y lo hicimos allí. Desde entonces vivo con el miedo de que alguien lo grabase, pero en aquellos tiempos, gracias a dios, los smartphones no se llevaban tanto (igual ni había, ya no me acuerdo)», comenta Mara.
«Lo cierto es que no soy muy de sitios raros. Pero te diría que el sitio más extraño (y también el más espectacular) es dentro del mar, en una playa del Caribe por la noche bajo una luna súpergrande y luminosa. Además con un señor al que había conocido ese mismo día. Muchos años atrás. Never forget», cuenta Soledad.
Fue en un spa con un novio que tuve. Me regaló por mi cumpleaños una sesión y teníamos como un jacuzzi para nosotros dos solos en una habitación con bombones de chocolate y champán, todo un poco hortera pero guay (muy ezpañol) a la vez, así que metidos en el agua comenzamos a besarnos y excitarnos y una cosa llevó a la otra, hacerlo en el agua siempre mola, aunque sean solo tocamientos», confiesa Amanda.
No sabemos si tienes muchas preferencias o no o si eres alguien clásico que prefiere hacerlo siempre en casa y a poder ser en la cama, pero debes saber que para algunos es una modalidad sexual que une voyeurismo, exhibicionismo y el riesgo de ser pillado en plena faena mezclado con una dosis de excitación. ¿Te has atrevido alguna vez? ¿Tu pareja no quiere? Ya sabes, «si te deja no lo pienses más, búscate a otro más bueno, vuelvete a enamorar».